Políticas

7/7/2007|895

¿Una quiebra del frente patronal?

La economía de Kirchner y Duhalde


“El área política tiene otra agenda y nosotros no estamos incluidos.” El que dijo esto es Raúl Padilla, uno de los capitostes del “sector más importante de la economía nacional”, presidente de la poderosa Cámara de Industriales Aceiteros (Ciara). Fue la semana pasada, en un seminario en conjunto con la Cámara de Exportadores Cerealeros (CEC) e “importantes empresarios, economistas y políticos” de todo el país (La Nación, 6/4 y Clarín, 9/4).


 


La Ciara y el CEC agrupan al lobby agroindustrial aceitero-sojero-agroexportador. La magnitud del negocio de exportación aumentó brutalmente en los últimos años como proporción de la producción total y estos pulpos embolsaron colosales beneficios con la devaluación-pesificación de 2002.


 


Los pulpos agroindustriales reconocen de este modo las contradicciones que tiene el reclamo de eliminar las retenciones a la exportación con los intereses de los bancos, que al mismo tiempo son sus socios en la financiación de las exportaciones.


 


Ahora van por más. “Falta un modelo de país (…) estamos en condiciones de contratar a los mejores equipos políticos y de comunicación para instalar (…) una propuesta que sea suscripta por el Estado y aprobada por el Congreso”, planteó sin vueltas Néstor Niell, fundador de Ciara (Clarín, ídem). Es decir que van a imponer su “agenda” con un planteo de poder. En la misma línea de intereses exportadores se ubican la minería, el aluminio y hasta la industria de autopartes.


 


Un amplio espectro


 


Los economistas que reunió el seminario -menemistas, kirchneristas y centroizquierdistas (Melconian, González Fraga y Lascano)- reclamaron “una disminución de las retenciones a los productos agropecuarios (impuestos a la exportación)”. Un caballito de batalla que también han hecho suyo Reutemann, Solá, el socialista santafesino Binner y la Federación Agraria. Los economistas admitieron que las retenciones garantizan el superávit fiscal necesario para pagar la deuda pública que está en manos de los bancos. El 45% de los activos de los bancos consiste en títulos del Estado.


 


El punto, ahora, es que ya no es fácil sostener el peso tan devaluado. El dólar se devalúa en la actualidad frente a todas las monedas. Pero un dólar barato hundiría a buena parte del capital industrial que no integra la “patria sojera y agroindustrial” de exportación. La semana pasada la cámara patronal de la industria del juguete protestó contra la competencia “desigual” de los productos importados que, según afirmó en un comunicado, representan ya el 70% de lo que se ve en los comercios respectivos.


 


El lobby exportador agroindustrial pretende negociar la apertura del mercado interno a la producción extranjera a cambio de incrementar su propio volumen de exportaciones. En la movida podría caer buena parte de los negocios de los devaluacionistas agrupados en la UIA comandados por Techint. Son los que diseñaron la política del dólar “recontraalto” a la que, según parece, se le acabó el cuarto de hora.


 


Otro escenario, nuevos negocios


 


El “complejo agroindustrial” no es sólo pasto y vacas, sino un entramado de intereses que va del campo a diversas ramas industriales, pasando naturalmente por las “finanzas”. Es el que realmente se apropia de la elevada renta agraria. Incluso si el peso se revaluara, la venta que se perdería en la exportación se recuperaría en la importación barata de bienes de capital para reequiparse. Detrás de este frente exportador agroindustrial hay muchos, muchos negocios. En los últimos años hubo un verdadero boom en los precios de la tierra y transferencias patrimoniales de millones de dólares de y hacia fondos de inversión y pulpos extranjeros. Bunge y Cargill ya han anunciado inversiones por 400 millones de dólares para ampliar la capacidad de procesamiento de los productos agropecuarios de exportación.


 


En apoyo de este lobby se ha constituido la llamada Región Centro, integrada por las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Los tres gobiernos “han reclamado públicamente una gradual reducción de las retenciones a las exportaciones” y en la primera semana de abril encabezaron una delegación de 65 empresarios que fueron en misión comercial… a China (La Nación, 29/3).


 


Detrás de la interna cada vez más aguda del PJ, y de los elementos de crisis que sacuden crecientemente el panorama político, tenemos una guerrilla de conflictos capitalistas de grandes corporaciones.