Políticas

7/7/2007|898

“Unidad internacional de los trabajadores frente a los gobiernos capitalistas”

Extractos del documento único leído el 1° de Mayo


El documento único leído en la Plaza de Mayo establece una clara delimitación del gobierno de Kirchner. Caracteriza al kirchnerismo como parte de una tendencia más general en Latinoamérica, que hoy gobierna en Brasil y Uruguay, y que actúa de correa de transmisión del imperialismo. El texto destaca el escenario de luchas y huelgas, y denuncia el rol de la CGT y la CTA. Transcribimos, a continuación, extractos de las partes más salientes del documento.


 


 


1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores


 


POR SALARIO Y TRABAJO


NO AL PAGO DE LA DEUDA


NO AL PACTO KIRCHNER-FMI


 


El 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, las organizaciones obreras, piqueteras, de desocupados, estudiantiles, de derechos humanos y partidos de izquierda estamos en Plaza de Mayo, en el centro del poder político nacional, para reivindicar nuestra lucha y levantar las banderas de unidad internacional de los trabajadores frente al gobierno de Kirchner y todos los gobiernos que sostienen este sistema capitalista imperialista en América Latina y el mundo, y el apoyo a todos los pueblos que luchan contra la explotación, la opresión nacional y el imperialismo. (…)


 


Las brasas de la rebelión del 19 y 20 de diciembre no se han apagado. (…)


 


El ascenso actual  [del movimiento obrero] viene precedido por las grandes luchas estatales y docentes de mediados del año pasado. Desde fines de 2004 y en 2005, la gran huelga de los trabajadores telefónicos y el gran triunfo de los trabajadores del subterráneo, que venían de conquistar las 6 horas, abrieron una nueva oleada en donde los trabajadores se lanzan a recuperar lo perdido (…)


 


Todo esto es un indicio claro de la aparición en escena de un nuevo activismo sindical que sale a la lucha superando la parálisis y la traición de las direcciones de la CGT y la CTA, que se dispone a recuperar de manos de los burócratas traidores y conciliadores las comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos, apelando a la democracia obrera, las asambleas y la coordinación con otros sectores en lucha, cuyo ejemplo más destacado es el histórico paro solidario con las luchas de Lafsa y del Garrahan, de los trabajadores de Metrovías. (…)


 


La lucha de los trabajadores desocupados también ocupa el centro de la escena, y ha cobrado un nuevo impulso a través de la unidad piquetera que se ha logrado plasmar y que ha sido la artífice de las grandes jornadas de lucha del 6 y 19 de abril. (…)


 


El acto del 1º de Mayo está inmerso en una divisoria de aguas en el país.


 


De un lado está el gobierno que reclamándose “nacional y popular” paga la deuda externa, mantiene a más de la mitad de la población bajo los niveles de pobreza, reprime las luchas populares, encarcela compañeros y manda tropas a Haití para apoyar la ocupación imperialista.


 


Del otro lado, estamos las organizaciones de lucha de los explotados, los que enfrentamos al gobierno de los grandes monopolios y apuntamos a construir una salida obrera y popular. (…)


 


El canje de la deuda [presentado como un acto de soberanía] es un signo elocuente del proceso inverso. Ha reconocido una deuda ilegítima y fraudulenta. La quita fue una estafa: la deuda es hoy mucho más alta en proporción a la producción nacional que en el pasado, la demagogia oficial trata de ocultar que éste es el gobierno que mayores recursos asigna al pago de los usureros. El superávit que destina a “cumplir” con los usureros internacionales es mayor que los presupuestos de salud, educación, vivienda y agua sumados, con los que atiende las necesidades de millones de argentinos. Además, está pagando el ciento por ciento al FMI, Banco Mundial y BID, y el FMI ahora exige que se otorguen aumentos a las empresas de servicios privatizadas.


 


El doble discurso es una cortina de humo para encubrir el crecimiento del trabajo en negro y flexibilizado, la masa de trabajadores contratados, la persistencia de la desocupación y la diferencia, mayor que en cualquier otro período de los últimos veinte años, entre los que más ganan y los arrojados al último escalón social. (…)


 


Hoy como nunca es cierta la afirmación de que estamos pagando la deuda externa con el hambre y la miseria del pueblo trabajador y explotado.


 


Los aumentos de salarios y jubilaciones logrados con la lucha no alcanzan a recuperar lo perdido con la devaluación, y mientras tanto aumenta escandalosamente la canasta familiar. Mientras asistimos a un rebrote inflacionario, Kirchner y Lavagna no quieren que aumenten los salarios. Quieren un régimen donde los precios se redolaricen pero los salarios se mantengan pesificados. Con salarios que en promedio no superan los 600 pesos, tienen la desfachatez de decir que si aumentan los salarios se acentuaría la inflación. (…)


 


Este 1º de Mayo están presentes con nosotros los jóvenes de Cromañón y sus familias que luchan reclamando justicia contra el régimen de impunidad armado por el contubernio con los empresarios, bajo la responsabilidad política del gobierno Ibarra, sostenido por Kirchner y Duhalde. (…)


 


Del mismo modo que en la Argentina, una tempestad de luchas, puebladas y rebeliones recorre América Latina, al punto de derribar gobiernos como en Bolivia, Paraguay, o como acaba de ocurrir, ahora, nuevamente en Ecuador. Decenas de miles de ecuatorianos en las calles desafiaron el estado de emergencia y la represión impuesta por el gobierno. Por tercera vez, tumbaron a un gobierno hambreador por el camino de las puebladas. En América Latina, los viejos partidos del régimen oligárquico imperialista se derrumban y crece el reclamo de unidad y lucha de los pueblos del continente. Gobiernos que posan de “nacionales y populares”, como el nuestro, muestran su verdadero rostro apoyando el envío de tropas mercenarias a Haití y realizando maniobras conjuntas con las tropas imperialistas. El llamado “progresismo” latinoamericano que hoy gobierna Brasil, Uruguay y también Argentina ha ido incluso más lejos que sus antecesores neoliberales en su sometimiento a los dictados del FMI. Reclamamos desde esta tribuna el retiro de las tropas argentinas, brasileñas, uruguayas y chilenas de Haití, y llamamos a estos pueblos a movilizarse contra sus gobiernos para conquistar esta exigencia.