Preparemos una salida de conjunto

Los trabajadores de la metalúrgica Tría, en Villa Luzuriaga, han decidido ocupar la fábrica como respuesta al despido de siete de sus compañeros. La iniciativa viene acompañada con la denuncia de un vaciamiento sistemático desde el año 2002.

La UOM Matanza sigue buscando “mecanismos de diálogo”, mientras las suspensiones y despidos se extienden por todas las metalúrgicas de la zona. Los despidos, retiros voluntarios y suspensiones han montado un escenario donde los operarios -que sufren un descuento del 30% de su salario – deben exigirse al máximo para alcanzar los ritmos de producción impuestos por las patronales, que amenazan semana a semana con nuevas represalias.

En Acindar, han cerrado recientemente el sector de corte y doblado y despidieron a 19 trabajadores de planta. En Dema, salvo un núcleo reducido de trabajadores, se ha suspendido a todos los operarios hasta fines de marzo. En Sabo, se mantiene el esquema de trabajo habitual sólo de lunes a miércoles; el resto de los días la planta está mantiene cerrada. El aumento de suspensiones se refleja también en Indiel, que ha planificado para este mes suspender tareas durante todos los días viernes y el 23 de marzo.

En este escenario, apremia encarar una estrategia de conjunto, con medidas concretas de defensa de los puestos de trabajo. Ni los acuerdos provisorios, ni el tratamiento de los conflictos en el recientemente creado “Comité de Crisis de la Matanza” son una salida para los trabajadores.

Que la UOM Matanza convoque a un plenario de delegados donde se vote un plan de lucha y se fije posición ante los despidos y suspensiones. Por un programa que levante la nacionalización de la gran industria, por el reparto de las horas de trabajo sin tocar el salario, por el control de los ritmos de producción, por la actualización de los salarios por inflación.

¡Que los vaciadores paguen la crisis!

Corresponsal