Habla el delegado Carlos Cisneros

– ¿Qué novedades hubo en los últimos días?

– El martes tuvimos una audiencia en el Ministerio, donde los representantes de la patronal no propusieron nada. Exigimos el pago de los salarios adeudados, reiniciar las actividades y la reincorporación de los siete compañeros despedidos. La empresa se comprometió a traer una propuesta para la nueva audiencia el martes 17.

– ¿Cómo se vienen sosteniendo hasta ahora?

– Tuvimos solidaridad de otras fábricas, manifestada en el plenario de delegados de la UOM y en la presencia de respaldo en la toma de compañeros de infinidad de fábricas como Indiel, Debesa, Redumac, Sabemac y muchas más que en este momento no recuerdo. Pusimos a producir la fábrica y vendimos lo producido a los mismos clientes.

Los proveedores habituales nos venden pagándoles contra entrega, pero ésta es una situación muy precaria por lo que hacemos hincapié en la necesidad de apoyo del Estado hasta tanto se defina si vamos a continuar como cooperativa o con la empresa garantizando la fuente de trabajo.

Los compañeros están muy firmes, algunos de ellos tienen más de 40 años de antigüedad, o sea que tienen su vida acá. La relación con los vecinos es buena y nos sentimos muy respaldados por el resto de los metalúrgicos, y por diversas organizaciones y asambleas barriales que, como ustedes, nos están permanentemente manifestando su apoyo.

Hace 20 días tenía que estar frente a la máquina pensando en hacer mi trabajo. Hoy tenemos que planificar la producción, pagar los servicios mínimos para seguir adelante, mientras que ellos planifican cómo nos dejan en la calle, vacían la empresa y obtienen algun beneficio extra de la venta de estos valiosos terrenos.

Daniel de Matanza