Políticas

3/4/2019

Urtubey en la inauguración de sesiones: el último discurso de un candidato devaluado

Juan Manuel Urtubey, que llegara a la gobernación de Salta en 2007 como expresión retrasada de la ´ola kirchnerista´, dio este lunes 1 de abril su último discurso ante la asamblea parlamentaria. El final de su ciclo político al frente de la provincia lo cuenta como uno de los gobernadores peronistas más macrista.


El gobernador tuvo que reconocer que intentó “ayudar” al gobierno nacional para que le vaya bien. Urtubey fue el gobernador que puso a sus diputados a la cabeza del rescate de la ´reforma jubilatoria´, golpeada por el levantamiento de la sesión del 14 de diciembre de 2017. También fue uno de los impulsores del acuerdo con los fondos buitres. “Si al gobierno nacional le va mal, a la gente le va peor", dice el gobernador. Pero si al gobierno de Macri le fuera ´mejor´ por el concurso de los Urtubey, los padecimientos de la población no serían menores a los actuales, sino todo lo contrario.


Después de 12 años de gobierno, Urtubey se va del gobierno dejando a la provincia con los peores índices sociales a nivel nacional, incluso por detrás de provincias del NOA, históricamente más pobres que Salta. Urtubey atribuye este desbarranque al derrumbe de la economía nacional, pero es una forma de evadir su responsabilidad por haber gobernado para los intereses de los terratenientes sojeros, las mineras y las petroleras a costa del empobrecimiento de la población.


Urtubey se va con una provincia que encabeza los índices de desocupación y trabajo precario. Su modelo productivo, como él reivindicó al inicio de su gobierno, es el del Ingenio Tabacal, que ha producido casi 300 despidos en los últimos dos años y los ha impuesto apelando a la represión policial. Por otra parte, el ingenio más antiguo de la provincia, el San Isidro, cerró sus puertas dejando a más de 700 obreros en las calles. Otro tanto ocurrió con la Cooperativa de productores Tabacaleros, con 300 trabajadores y trabajadoras en las calles. Cuando el gobernador coloca como uno de sus ´logros´ la inauguración de varios parques industriales, oculta que en el mejor de los casos estos han servido para que empresas ya instaladas en la provincia aprovechen los beneficios fiscales de radicarse en ellos; y en el peor de los casos, los parques son yuyarales con un bonito arco al ingreso, tal cual ocurre con los de Pichanal y Mosconi en el norte. El gobernador no se privó de reivindicar a su “policía del trabajo”, que en realidad solamente puede ser considerada un fracaso – si no cómplice directamente– dado el hecho que Salta está entre las provincias con más trabajo en negro y precario de todo el país.


El gobernador se jacta de tener una de las provincias con mayor extensión de reservas naturales, al mismo tiempo que señala un crecimiento de las áreas cultivadas. Es que sus reservas están en lugares carentes de interés de conservación y que no son de interés de los capitalistas, a los cuales el gobierno de Urtubey ha ido entregando las mejores tierras para sus negocios. Esa entrega se hace también a costa de los pueblos originarios. Sobre este punto, Urtubey dijo haber entregado miles de hectáreas a las comunidades, dando fin –según él– al conflicto histórico entre originarios y criollos. Una verdadera canallada, pues tanto originarios como criollos tienen abierto un conflicto con los terratenientes para los que Urtubey ha gobernado todos estos años.


En estos años, Salta pasó de ser la segunda provincia productora de gas a ser la novena. El yacimiento norte ha sido vaciado generando enorme ganancias para las empresas y miseria para los pueblos del Norte. El mismo destino tiene la política minera.


 


Represión, no seguridad


Urtubey ha confesado en su discurso que la policía de Salta ha sido formada bajo la batuta del FBI, la DEA y las fuerzas de seguridad de Israel. Es decir, que se han preparado para la represión y el espionaje por agencias extranjeras, sin que este reconocimiento de vasallaje colonialista le ruborizara.


¿Los resultados? En los últimos años, la cantidad de casos de ´narco policías´ creció exponencialmente, mostrando que un nuevo salto en la descomposición del aparato represivo desde el gobierno de Romero. El narcotráfico sigue haciendo de las suyas, a pesar de la ley de combate al ´micro tráfico´ o menudeo, porque envuelve a la policía, a los políticos capitalistas y al poder judicial. No olvidemos los concejales narcos de Salvador Mazza, electos en la lista de Urtubey, del escándalo del juez Reynoso de Orán o el cuestionado juez federal de Tartagal, Martínez Frugoni, que impugnamos por sus antecedentes vinculados al narcotráfico y cuyo pliego fue votado en el Senado con la anuencia del hermano del gobernador, Rodolfo, que preside la Comisión de Acuerdos del Senado.


Mujer, educación y el Opus Dei


En 2008, el entonces flamante gobernador envió a la legislatura una reforma de la ley de educación que tenía como uno de sus puntos más importantes la imposición de la educación religiosa obligatoria en las escuelas. Detrás de esto estaba preparado un gran negocio para la Iglesia Católica con los institutos de formación de los maestros de religión. Urtubey no se privó de entregar cuanto terreno pudo al Arzobispado salteño, que hoy se encuentra en la picota por la andanada de denuncias contra curas abusadores y el encubrimiento de su jerarquía. Apenas la Corte Suprema falló por el aborto no punible, Urtubey emitió por decreto un protocolo para restringirlo al punto de negarlo.


A pesar de este esfuerzo denodado por congraciarse con el clero a en el curso de su gestión, en su discurso del lunes la palabra Conin brilló por su ausencia. El dato debe llamar la atención, teniendo en cuenta que el gobernador salteño ha hecho gala de combatir la desnutrición bajo la batuta del ultramontano Abel Albino, el presidente de la fundación a la cual entregó toda la política de combate contra la desnutrición. Esta omisión no se explica solamente por el fracaso rotundo de Albino – al punto que la desnutrición ha crecido. Ocurre que, además, como candidato a presidente, Urtubey pretende acercarse demagógicamente la ola verde, luego de haber sostenido al “doctor” que afirma que el espermatozoide es capaz de atravesar la porcelana. Urtubey coquetea con convocar a una consulta popular… por la despenalización, no por la legalización. Ha tenido que dar marcha atrás con el decreto del aborto no punible, tras el aberrante caso de la niña de 11 años, violada por su padrastro, que se vio impedida de acceder a la interrupción de su embarazo. Y, no olvidemos, que la obligatoriedad de la educación religiosa fue derribada por la movilización de las familias, que desde el PO hemos acompañado, tras lograr un fallo de la Corte Suprema.


La política clerical y oscurantista de Urtubey llevó a Salta a encabezar las estadísticas de femicidios a nivel nacional. Este hecho indisimulable ha mostrado el fracaso de sus leyes y del Observatorio de la Mujer, con el que solamente ha buscado la cooptación y contención de un movimiento de la mujer que sigue dando batalla.


 


Una candidatura devaluada y los desafíos para la clase obrera


Urtubey finaliza doce años de gobierno derrotado por la lucha docente, reproduciendo casi el mismo final que su antecesor, Romero.


La derrota no se vincula solamente con la conquista salarial obtenida por los maestros y maestras, que quiebra la política de lograr equilibrio fiscal atacando los salarios. Sino también, porque expuso brutalmente a uno de los factores históricos de sostén del régimen como ha sido la burocracia que dirige la ADP, el sindicato más importante de la docencia, envuelto en un escándalo de corrupción y falsificación de títulos, con la absoluta complicidad del gobierno.


La huelga docente ha dejado una marca. A partir de su triunfo comienzan a desarrollarse luchas en la salud, la justicia y entre los trabajadores municipales que salen a pelear por su salario.


También como Romero, Urtubey termina sus doce años de mandato intentando perpetuar una Corte de Justicia que ha sido la garante de la impunidad del poder. Con un cuasi golpe de estado, intentó imponer que los ministros de Corte fueran vitalicios, pero ha fracasado. No figura entre las intenciones de la burguesía provincial atar la suerte de sus negocios a una Corte digitada por un ex gobernador que se retira con la cabeza gacha.


El fracaso de Macri ha llevado a un sector de la burguesía a buscar un recambio, pero por ahora su preferido es Roberto Lavagna, no Urtubey.


La clase obrera venía de dos duras derrotas, las de Tabacal y San Isidro. La lucha docente y su conquista abren una nueva posibilidad; que la clase obrera de Salta levante cabeza para derrotar al régimen oligárquico que gobierno los últimos 24 años con Romero y Urtubey, y que hoy busca permanecer a través de alguna variante del pejota.


El Partido Obrero se ha empeñado en combatir a este régimen de ajustes y despidos, corrompido y enemigo a muerte de los derechos de las mujeres y la juventud como no lo ha hecho ninguna otra fuerza política en todos estos 24 años. Nuestras bancadas, una conquista política también de los trabajadores, han estado al servicio de este desafío.


Llamamos a los trabajadores a poner fin a este régimen oligárquico que gobierna la provincia, a poner fin al régimen del FMI que gobierna el país, a luchar por una salida de los trabajadores y la izquierda, para que la crisis la paguen los capitalistas.