Políticas

19/1/2022

Vaca Muerta, los fondos de inversión son las verdaderas “petroleras”

Vista Oil, un caso paradigmático.

Presentada como una petrolera latinoamericana, Vista Oil&Gas, presidida por Miguel Galuccio, fue creada hace apenas unos cinco años. Constituida como una compañía que busca capitales para determinados negocios se lanzó en la Bolsa de México en 2017 donde logró reunir unos U$S 650 millones de diversos grupos inversores, bajo el patrocinio de Riverstone Holdings LLC, autodefinida como “una empresa líder en gestión de activos de mercados privados” y “uno de los mayores fondos de inversión en activos energéticos del planeta”. Dos años más tarde, en 2019, se lanzó de igual manera en la bolsa de Nueva York.

Lo único que la relacionaba al petróleo a esa inicial colectora de fondos que era Vista O&G, era su staff dirigencial, donde, además de Galuccio (con pasado en Schlumberger y ex CEO de YPF), había otros excompañeros de Schlumberger. Luego incorporó otros accionistas, como el fondo Abu Dhabi Investment Council o socios como la transnacional Trasfigura con sede en Singapur. Esto le permitió a Vista Oil&Gas adquirir acres sobre las formaciones No Convencionales, en Neuquén en especial, comprar áreas ya en producción como Aguada Federal y Bandurria Norte a la estadounidense Conoco Phillips, asociándose así la alemana Wintershall Dea, que es el operador de ambas áreas. A su vez, se hizo con un paquete de activos hidrocarburíferos que cerró con la compra del 58,88% de la Petrolera Entre Lomas a Pampa Energía.

Si bien en junio de 2021 declaraba tener perforados y terminados tan solo 36 pozos propios sobre Vaca Muerta, para octubre de ese año ya se colocó como la segunda productora de petróleo en Neuquén con 20.170 barriles diarios, solo superada por YPF, pero por encima de Shell, Pan American o Pluspetrol, de larga trayectoria en la cuenca.

Pero ya en diciembre pasado se superó, declarando una producción de 33.724 barriles diarios. Un crecimiento meteórico sin ser operador de algunas áreas donde es propietaria de parte de lo producido, es decir, actuando como una gerenciadora de capitales que se asocia o adquiere participación en terceras empresas.

Vista Oil&Gas, de esta manera, es la expresión más nítida del copamiento por fondos de inversión del rumbo y de la política hidrocarburífera. Concentra mas de 180.000 acres (unas 70.000 hectáreas) entre las áreas en la cual participa o tiene la concesión.

Hay que sumar a este copamiento que esos mismos fondos inversión constituyen el 49% del capital de YPF. Y si sumamos a Tecpetrol (Techint-Ternium con sede en Luxemburgo -paraíso fiscal europeo, que es controlada por Rocca & Partners Stichting Administratiekantoor Aandelen San Faustin, una fundación holandesa) en el sector gas, las empresas que encabezan el ranking de producción hidrocarburífera en Neuquén son una expresión del negocio del capital financiero que opera en los paraísos fiscales, y es de este punto de vista que debe explicarse la ralentización inversora que atraviesa la cuenca neuquina y los cambios de mano de las concesiones que van produciendo un paulatino proceso de concentración de la producción en un par de empresas tanto en petróleo como en gas. Todas ellas con un alto componente de capital financiero “cuevero”.

Como en el caso de Vista Oil&Gas, pero también en otros, a esos capitales ni siquiera les interesa operar el área, sino simplemente acaparar acres y producción como una jugada especulativa adaptada a la coyuntura de precios del mercado mundial. Por ejemplo, ahora en exportar petróleo. En el caso del gas, la limitación del transporte pone un límite a la oportunidad de los precios internacionales.

Es así que Vista Oil&Gas encabeza el ranking de exportación de barriles desde Neuquén, un proceso que inició en plena pandemia en el año 2020. Este esquema es el mismo que el expuesto recientemente en la empresa Equinor en la exploración “offshore” en el Mar Argentino, que tiene a esos fondos de inversión como sustento de su producción.

En este aspecto, Vista Oil&Gas, del CEO kirchnerista de YPF entre mayo de 2012 a marzo de 2016, compró en su momento el 100% del capital social de APCO Oil & Gas International Inc, una empresa constituída en las Islas Cayman.

Y como ocurrió con la entrega a Chevrón (bajo la dirección de YPF por parte de Galuccio), todo termina pasando por sociedades basadas en los paraísos fiscales, donde prima la fuga de divisas, la evasión, el contrabando y el saqueo nacional.

No hay que pasar por alto que Miguel Gallucio sigue siendo “miembro independiente del Consejo de Administración” de Schlumberger, de la cual evidentemente nunca se fue ni cuando estuvo al frente de YPF.

A esto se reduce la “soberanía energética” y el “desarrollo nacional” que ahora pregona el Frente de Todos y que, como ayer con Chervón, defienden los “nac&pop” del kirchnerismo: una entrega de visos coloniales de los recursos.

Más que nunca vale, entonces, la expropiación bajo control obrero de toda la industria energética.