Políticas

13/6/1995|451

Vacío de poder y rebelión popular en Río Negro

En Río Negro, la educación provincial está paralizada desde hace meses por la falta de pago a los docentes, al punto que en varias localidades del interior ya ha sido declarada la “emergencia educativa”, paso previo a la pérdida del año lectivo. La salud pública está al borde del colapso, como consecuencia de la apropiación de los fondos presupuestarios de los hospitales por parte del Tesoro provincial, del no pago de salarios a sus trabajadores y de los proveedores y de la amenaza del despido del 30% del personal médico, de enfermería y administrativo que revista como contratado. La justicia vive una prolongada “feria extraordinaria”.


La población trabajadora se ha rebelado contra el no pago de los salarios y las jubilaciones, y la destrucción de la escuela y el hospital públicos en toda la provincia, incluso en las localidades más pequeñas y alejadas como El Bolsón y Valcheta. La extensión de la rebelión provincial ha quedado claramente expresada en las manifestaciones de masas que se han registrado en todos los pueblos y ciudades rionegrino, en repudio a la represión policial contra los docentes que ocupaban el edificio del Consejo Provincial de Educación, en reclamo del pago de los salarios atrasados. El comercio ha señalado a Massaccesi como el responsable de la cesación de pagos que se vive en la provincia y hasta la Iglesia denuncia que el gobierno pagó los subsidios a la educación privada con cheques sin fondos.


La crisis ha licuado el poder político provincial. Massaccesi ha “desaparecido” de la provincia. Para El Diario de Río Negro (4/6), “el mandatario ausente parece incapaz de continuar cumpliendo las obligaciones del cargo que posee hasta diciembre”. El gobierno de la provincia ha quedado en manos anónimas, como lo prueba el hecho de que la brutal represión a los docentes que ocupaban el Consejo Provincial de Educación fue decidida por uno de los ministros, en ausencia del gobernador y sin el conocimiento de su vice. Ante “el vacío de conducción existente en Río Negro” (ídem), su sucesor ya ha anunciado que no está dispuesto a asumir el gobierno antes de diciembre.


El gobierno ha anunciado el despido de 5.000 empleados públicos contratados (lo que llevaría a la parálisis de los hospitales provinciales, cuyo personal está constituido en un 30% por contratados) y su disposición a privatizar el banco y la empresa de energía provinciales… pero no tiene la fuerza para llevar adelante sus anuncios. Los directores de los hospitales ya han anunciado que no se desprenderán de un solo contratado, mientras que los grupos capitalistas locales, temerosos de que la monopolización del banco y de la empresa de energía por el gran capital financiero los lleve a la quiebra, critican abiertamente la privatización. Por eso, en la provincia circulan rumores que indican que el propio Massaccesi estaría intentando forzar una intervención federal, “tendiente a que sea la Nación y no el actual gobierno o el electo quien concrete el imprescindible ajuste…” (ídem).