Políticas

11/6/2015|1367

“Vamos a reforzar uno de los grandes fenómenos del Frente de Izquierda: el vuelco de los trabajadores que rompen con el peronismo”

Néstor Pitrola, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, dirigente del PO


Compañeras y compañeros: 


Este es mi último discurso como diputado nacional. El 10 de junio, cumpliendo con la rotación de las bancas colectivas del Frente de Izquierda, le entrego la banca a Myriam Bregman y me lanzo a la campaña de la provincia de Buenos Aires, como corresponde, a la cancha, a la lucha política, para sumarle uno, dos o tres diputados más al Frente de Izquierda. Será hasta el 10 de diciembre, cuando volveremos con varios más. Los diputados se ganan así, con desarrollo político y militante, con penetración en la clase obrera y no en los escritorios.


Este acto está demostrando en sí mismo, con esta militancia que se lanza a la campaña del último tramo de la Capital Federal, a la gran campaña de la provincia de Buenos Aires, a la campaña nacional con Altamira y Giordano que no va a ser ninguna pérdida de tiempo en una competencia interna; todo lo contrario, le ganamos al inmovilismo y definitivamente salimos a luchar contra los candidatos del ajuste, garantizando la unidad del Frente de Izquierda a través de las Paso.




Los diputados del Frente de Izquierda no pueden ser sólo apoya luchas, somos parte de las luchas sin ser diputados. Hemos sido fundamentalmente tribunos revolucionarios que contribuyeron a refutar al nacionalismo burgués, a refutar por izquierda al kirchnerismo: la agenda de privatización ferroviaria en combinación con los trabajadores del ferrocarril, la agenda de entrega a Chevron y la indemnización a Repsol de la mano de los ypefianos, contra el Código Civil reaccionario, clerical y contrario a los derechos de la mujer movilizando a las compañeras por el derecho al aborto, como ahora lo hemos hecho con un proyecto revolucionario contra los femicidios. Nuestras bancas están para contribuir a la alternativa de poder político de los trabajadores. Nos despedimos con todo el cuerpo de delegados judiciales, 130 activistas en lucha contra el nuevo Código Procesal Penal y contra la dirección de Piumato que tiene diputados, los tiene a Plaini y a Facundo Moyano, pero los judiciales han venido con los diputados del Frente de Izquierda. 




Hemos creado un vínculo profundo de superación política de las viejas direcciones sindicales y políticas de los trabajadores. Como lo hacen nuestros legisladores en todo el país, incluso concejales de tarea brillante como Jorgelina Signa, que acaba de ser votada para renovar en ese enorme centro de la clase obrera industrial que es el cordón de Rosario donde viene de librarse la batalla aceitera.




Desde este lugar iniciamos la campaña en la provincia de Buenos Aires con una fórmula que apunta a reforzar uno de los grandes fenómenos del Frente de Izquierda: el vuelco de sectores de los trabajadores, de la juventud, del movimiento popular que rompen con el peronismo. ¿Cómo profundizamos ese proceso? ¿Simplemente colocando en las listas delegados sindicales? Es un aspecto, que ya han destacado los medios, que el Frente de Izquierda tiene más representantes del movimiento obrero que quienes dominan los sindicatos porque la burguesía del PJ evita colocar en las listas a la repodrida burocracia sindical, los tienen que esconder porque son im-pre-sen-ta-bles. Moyano ya perdió con nosotros nada menos que en la tercera sección electoral en el 2013. Están acabados. 




Pero es apenas un aspecto. Estos destacados luchadores tienen que transformarse en cada distrito en tribunos políticos que expresen un programa, una salida de conjunto, para que la crisis la paguen los capitalistas. Es precisamente lo que están logrando nuestros candidatos de La Matanza como Romina del Plá, que ya no es sólo la secretaria general del Suteba Matanza, es lo que pasa con Amelia en La Plata y tantos compañeros que están empezando a jugar ese rol. Tenemos compañeros en cien distritos de la provincia, en cada uno nos tenemos que destacar como tribunos políticos de los explotados, elaborando y expresando un programa que demuestre que la clase obrera es capaz de gobernar. 




Con ellos salimos a refutar a Scioli, Macri y Massa, que son candidatos similares como lo refleja el hecho de que el derrumbe definitivo de Massa está llevando a la mitad con Scioli y a la mitad con Macri. Han confirmado al Frente de Izquierda antes de que se inscriban las listas. Una provincia de Buenos Aires donde los candidatos a gobernador son brutalmente derechistas. Se cayó De Narváez, estaría quedando Aníbal Fernández, un candidato de los ‘90, de Duhalde, de la represión, del crimen de Kosteki y Santillán, de la policía que liberó el territorio para el crimen de Mariano Ferreyra. Se han fundido las coberturas de celofán, traen a los elementos probados de la burguesía para ejecutar el ajuste porque se le acabaron los cartuchos del engaño al pueblo. 




Hay que demostrar y denunciar que las únicas banderas progresistas, de los trabajadores, de los derechos humanos, ambientales, las llevan sobre sus hombros el Frente de Izquierda con la clase obrera a la cabeza. Nos vamos a quedar con los votos de Stolbizer, porque es el más completo derrumbe de los progresismos del centro izquierda que fueron con la Alianza, con Terragno, con el Unen e incluso el GEN bajo la dirección de Stolbizer participa de las alianzas con radicales y macristas en ¡ocho provincias! Y el socialismo de Bonfatti en Santa Fe le ha quitado los diputados a Stolbizer porque dijo que va a votar al kirchnerismo en el ballotage. No hay centroizquierda, compañeros: las banderas democráticas, antiimperialistas y las banderas socialistas las lleva en conjunto el Frente de Izquierda.




Desde luego, no la tendremos fácil. La clase capitalista está apuntando los cañones para una falsa polarización. Alinean fuerzas con Scioli o Macri, por eso sube la bolsa de valores cuando destruyen una candidatura que dispersa. Están armando la garantía del ajuste. Todos los candidatos a presidente hace fila para ir a rendir cuentas a los empresarios del Council of the Americas, también Stolbizer, como fueron antes todos los candidatos a ministros de economía. Van a rendirle cuentas al imperialismo, menos nosotros que vamos a Estados Unidos a discutir con la clase obrera por la unidad internacional de los trabajadores.




Para terminar, nuestra convocatoria a intervenir en el paro nacional. El marco principal es el triunfo de la huelga general aceitera que ha planteado dos cuestiones fundamentales: la consigna estratégica del salario mínimo equivalente a la canasta familiar y el método histórico de la clase obrera de la huelga general, la asamblea y los piquetes a los que son hostiles las cinco centrales sindicales, que nunca pisaron una huelga general, y que sólo ha sido apoyada por nuestra militancia, algo que reconoce la dirección de la Federación Aceitera. En este marco el paro de 24 horas marca el paso en el mismo lugar, es contrario a esa tendencia, es para cerrar y pasar al año que viene. Moyano puso un huevo con Scioli y uno con Massa, y ahora los huevos de Massa pasan directamente a Macri, y el presunto líder de la lucha contra los ‘90 va con el mayor representante de esa década. Es el final. Moyano ha dicho que son comunistas con nuestra planta y capitalistas con la de ellos. Suena bien, pero la plata que nos sacan con el IVA y el impuesto al salario la usan para la deuda, para los subsidios y los negociados capitalistas. La burocracia sindical no sólo frena, no sólo es empresarial, es un veneno de colaboración de clases para la conciencia de los trabajadores a la que tenemos que superar definitivamente. 




Para eso y para arrancar las reivindicaciones del movimiento obrero es que hemos planteado el paro de 36 horas, para que los trabajadores se manifiesten por miles en la calle e imponer un giro en la situación política. Los piquetes, la movilización y el acto son vitales por un motivo. Hay que contraponer el planteo de la izquierda revolucionaria al de la burocracia, no sólo en torno al plan de lucha sino a los planteos políticos del movimiento obrero. Expresemos por qué y para qué queremos que el movimiento obrero haga un paro de 36 horas, y coloquemos en la agenda nacional las reivindicaciones de la huelga aceitera que están en el centro del programa del Frente de Izquierda. El martes vamos todos de los piquetes al Obelisco y a un acto unitario en el ministerio del conjunto del clasismo y la izquierda del movimiento obrero.




Vamos a transformar esta elección y el frente único de la izquierda expresado en la fórmula Altamira-Giordano en la mayor votación que haya tenido la izquierda en la historia argentina.


 


El “Pollo” Sobrero me propuso una iniciativa por los ferroviarios, le dije bueno pero me quedan siete días, y me respondió que en este año y medio me había visto hacer lo que nunca vio hacer a un diputado en su vida y esto hay que hacerlo extensivo a mi compañero Pablo López con el que hemos integrado el bloque del Frente de Izquierda. No pudo ser de los tres diputados porque se produjo la auto separación del compañero Del Caño, que inscribió la banca como PTS, una usurpación de la banca del Frente de Izquierda de Mendoza, algo que rechazamos oportunamente y desde esta lista que va a las Paso defendemos una construcción de la banca rotativa y colectiva del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.


Expresiones como la del “Pollo” nos llegó de distintos sectores del movimiento obrero, muy particularmente de los propios trabajadores del Congreso que nunca vieron este tipo de trabajo político. Desenvolvimos una intensa iniciativa en casi 40 audiencias públicas que congregaron a unos tres mil trabajadores; a través de un método de asambleas y elevación de la conciencia política de los explotados, nuestras bancas actuaron como factor de educación socialista, potenciando y dando proyección política a esas luchas populares en el interior de una podrida institución del régimen del capitalista que sirve normalmente para convalidar la explotación de los trabajadores.


FOTO: IGNACIO SMITH