La creación de la Cobertura Universal de Salud (CUS) constituye una ofensiva privatista y reaccionaria del gobierno de Cambiemos sobre la salud pública. Este tipo de reformas, orientadas por el Banco Mundial, avanzan desde hace décadas bajo distintas formas, desde la desregulación menemista al kirchnerismo, pasando por la Alianza. El resultado ha sido el agravamiento del vaciamiento hospitalario, la precarización y tercerización laboral, y un avance del sector privado en el ámbito de la salud en detrimento de la atención pública.

 

Con la CUS, Macri y Lemus anunciaron su intención de pasar de financiar la “oferta” de salud a la “demanda”, a través de un carnet o libreta que cubrirá un monto determinado de prestaciones, en línea con el Programa Médico Obligatorio (PMO) aunque más reducido que el actual. Los prestadores se verán obligados a competir para capturar esa “demanda” y esto introducirá en el hospital público pautas de control atadas a un criterio de productividad empresarial,  que redundará en una mayor explotación y flexibilidad laboral sin que redunde en una mejor atención.

 

Con un PMO recortado y planes individuales se abre la puerta al coseguro, que brindará más prestaciones a quienes puedan pagarlos. Se apunta a retirar al Estado de la financiación de la salud y a  convertir el sistema estatal en un área de inversión para fondos financieros y de seguros.

 

La CUS obliga a cambiar la administración de los hospitales hacia un modelo de autogestión. En línea con estos planes, todos los bloques de la Legislatura –menos el Frente de Izquierda- acaban de aprobarle a Rodríguez Larreta una nueva Agencia de Facturación para los hospitales públicos dirigido a “agilizar” las cobranzas de las prestaciones.

 

Radiografía de la situación hospitalaria

 

El presupuesto 2017 prevé la reconversión de los hospitales monovalentes Borda, Moyano y Alvear en Polos de Neurociencias. Pretenden convertirlos en cotos cerrados para la investigación y medicalización del padecimiento mental, en beneficio de los intereses de la industria farmacéutica. El mismo no estipula la apertura de salas de internación psiquiátrica en hospitales generales, ni la construcción de nuevos dispositivos sustitutivos (Casas de Medio Camino, Centros Comunitarios) como lo establecen las leyes de salud mental.

 

En enfermería, el pilar de los hospitales públicos, se sufre un enorme vaciamiento, con falta de personal e insumos; los bajos salarios imponen las horas adicionales o “módulos” para llegar a fin de mes, que llevan la jornada laboral a 14 horas o más. Este cuadro de vaciamiento impulsó los reclamos por las 6 horas para enfermería y por la profesionalización, dando lugar a que inicie el debate legislativo de los proyectos presentados por el diputado del FIT –PO, Marcelo Ramal. Desde Tribuna de Salud estamos organizando un abrazo a la Legislatura el próximo 21 de noviembre para impulsar el tratamiento de ambos proyectos antes de fin de año.

 

El régimen laboral de residentes y concurrentes ha desatado una lucha que conmueve a los hospitales porteños. Con movilizaciones de miles de trabajadores, la juventud  ha expuesto la falta de derechos laborales y respeto por su formación académica. El actual régimen se presta a todo tipo de abusos, con jornadas de hasta 65 horas semanales,  36 horas de corrido los días de guardia y sin días por estrés como tienen el resto de los profesionales. Este sector también ha rechazado la paritaria firmada por la Asociación de Médicos Municipales (AMM) y los sindicatos de profesionales.

 

Las elecciones de la AMM se han convertido en otro factor de  crisis en los hospitales públicos,   ya que la burocracia que sirvió de apoyo fundamental para los planes macristas de ajuste y privatización se encuentra actualmente dividida por disputas de aparato. Desde Tribuna de Salud llamamos a constituir una lista independiente de ambos bandos y defendemos el Frente de Recuperación Gremial como el canal de expresión los luchadores antiburocráticos que se enfrentan a los planes privatistas de Macri y Rodríguez Larreta. 

 

La lucha por los derechos de la mujer  también se ha extendido al ámbito de la salud, donde las mujeres son mayoría. Esta realidad contrasta con la falta de jardines parentales y la inexistencia de licencias adecuadas para el cuidado de familiares mayores. Las licencias por maternidad y paternidad son extremadamente acotadas. 

 

Por una alternativa de los trabajadores

 

La situación de la salud pública y la de sus trabajadores es consecuencia directa de que los gobiernos han sustraído recursos del presupuesto público para atender las necesidades del capital en crisis y crear nuevos filones de negocios para la medicina privada. En la Ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta avanza en una agenda privatista de la mano de la oposición. 

 

Por esta razón, la defensa de la salud pública no puede estar desligada de una lucha por una salida integral encabezada por los trabajadores. Convocamos a las y los enfermeros, residentes, concurrentes, administrativos, a participar del Foro de Salud para debatir sobre este cuadro ruinoso y sobre todo elaborar un programa de los trabajadores y la izquierda frente al ajuste y la privatización.

 

 

13hs: apertura a cargo de Gabriel Solano 

 

14hs: talleres temáticos 

 

17hs: cierre a cargo de Marcelo Ramal