Políticas

23/10/2003|822

Van al arreglo con las eléctricas

En medio de cortes de agua y de apagones de luz, el gobierno y las privatizadas se cruzaron en una guerra mediática.


Edenor advirtió que no pondrá un peso más en la Argentina, reclamó un aumento tarifario del 37 por ciento y amenazó con la caída del servicio. El domingo, Aguas Argentinas dejó sin agua a casi 7 millones de personas.


El ministro De Vido retrucó diciendo que “si se corta la luz es porque alguien bajó la palanca” (Clarín, 20/10).


Pero la sangre no llegará al río.


Los capitostes de las privatizadas están en diálogo directo y constante con el gobierno, con el que tienen “muchas coincidencias, incluso en el diagnóstico de la situación, y de ahí a coincidir en las soluciones hay sólo un paso” (ídem).


Concretamente, en el caso de las empresas de energía eléctrica, “el paso” se encamina a elevar las tarifas para las industrias (que representan el 50 por ciento de la facturación de estas empresas).


Como reconocen los principales ejecutivos de las empresas, el problema es “más bien de oportunidad política (antes) que una cuestión de fondo” (ídem).


Kirchner prepara el escenario para la entrega.


En definitiva, la explosividad de la discusión es tan sólo una maniobra “que podría estar siendo un manto de humo que cubra los acuerdos alcanzados, antes que un cruce franco de diferencias” (ídem)