Políticas

12/8/2017

Velorio de la ciencia: un primer balance

El martes pasado se desarrolló una nueva movilización al Ministerio de Ciencia y Tecnología, replicada también en Rosario y Córdoba, para denunciar la interrupción unilateral por parte del gobierno de Macri de las negociaciones por los compañeros/as despedidos y reincorporados en diciembre de 2016 luego de la toma del Ministerio y la ocupación de distintos CCT provinciales. Efectivamente, mientras que la última reunión de la comisión de seguimiento se había realizado hace 3 meses, el gobierno avanzó en la negociación para insertar a los compañeros/as en las universidades nacionales por fuera de las instancias de negociación colectivas establecidas en el acta firmada en diciembre. Intentan de esta forma dividir al colectivo de trabajadores para no respetar aspectos del acta acuerdo como el monto salarial y las condiciones laborales. Se trata, a todas luces, de un intento de minimizar la influencia de las organizaciones gremiales y de los propios trabajadores y trabajadoras afectados, para buscar precarizar aún más las condiciones en que serán insertados en las universidades u otros ámbitos de la investigación pública.


 


La movilización, convocada por JCP, la Red Federal de Afectadxs, ATE CONICET y AGD UBA, tomó la forma de un “velorio de la ciencia” para denunciar el brutal ajuste que se ha profundizado en el último tiempo sobre el sector de ciencia y técnica. Efectivamente, la reducción presupuestaria aprobada en 2016 por los bloques mayoritarios en el Congreso nacional (Cambiemos, FPV, Frente Renovador, GEN) se tradujo no sólo en el despido de los 500 compañeros/as sino también en un recorte brutal de los ingresos a carrera de CONICET de este año y en la intención del gobierno de reutilizar el presupuesto de las becas doctorales y postdoctorales para financiar incubadoras de empresas y productos para el sector privado. Una muestra de esta política se evidenció en la reciente privatización del ARSAT 3 a manos de una empresa de capitales yanquis.


 


Ante la negativa de los funcionarios a recibir a los trabajadores/as, se procedió a la ocupación, encabezada por JCP y la Red Federal de Afectadxs, del hall de entrada del Ministerio. Sólo a partir de esta medida, se logró entablar un diálogo con la patronal para concretar una reunión con Barañao. Sin embargo, mientras se desarrollaban estas negociaciones efectivos de la Policía Federal, pertrechados para reprimir, ingresaron en el hall del edificio en un hecho inédito y repudiable. Una vez más, el gobierno pretendió dar una salida represiva a un conflicto laboral. La presión de la movilización logró forzar la retirada de la policía y la asamblea definió mantener una delegación de compañeros/as en el interior como garantía de que se efectivizara la reunión con los funcionarios.


 


Mención aparte merece la actuación que tuvieron, y vienen teniendo, los sectores kirchneristas de ciencia y técnica en el conflicto. La mayor parte de sus organizaciones gremiales y políticas (ATE Capital, CONADU, CyT Argentina, Becarios empoderados) ni siquiera convocaron a movilizar el martes. Las que sí lo hicieron, como Autoconvocados, movilizaron un puñado de personas que intervinieron en la asamblea planteando levantar sin más la ocupación del edificio frente a la exigencia de la patronal, incluso luego del ingreso de la policía, moción que al ser repudiada debieron posteriormente levantar. Más vergonzosa aún fue la aparición de miembros de CyT Argentina, el candidato Salvarezza entre ellos, que se apersonaron rápidamente a figurar en la reunión, dar notas periodísticas y sacarse selfies tres horas más tarde, aunque no habían participado de la movilización ni de la ocupación. Como ocurrió en diciembre, cuando boicotearon por 3 días la toma del MinCyT, quedó claro nuevamente que el kirchnerismo actúa como un freno a la movilización colectiva en las calles en pos de una supuesta “lucha en las urnas”.


 


La jornada del martes mostró una vez más que la resolución del conflicto sólo avanza mediante la movilización colectiva y las medidas de fuerza. La ocupación permitió arrancar una reunión con Barañao (que no recibía a los trabajadores/as desde diciembre) y ponerle fecha a la próxima comisión de seguimiento (22/8). En términos de las condiciones de inserción de los investigadores/as, se logró el compromiso por parte de los funcionarios de presentar una propuesta por escrito en dicha instancia y se avanzó en algunas de las condiciones del acuerdo. Por un lado, la garantía de cotinuidad salarial luego de diciembre de este año en el caso de compañeros/as que aún no hubieran podido ser reinsertados/as. Por otra parte, la garantía de que se respetarán los lugares de trabajo propuestos, a menos que el afectado/as estuviera dispuesto/a a trasladarse a otra institución. Es decir, la garantía de que no habrá relocalizaciones forzadas. Sin embargo, quedan pendientes otros aspectos cruciales como la equiparación salarial con el escalafón de CONICET y la estabilidad laboral de los cargos. En la asamblea posterior se definió una nueva movilización para el día 22/8 y la convocatoria a una asamblea regional para el jueves 17/8 para seguir desarrollando el plan de lucha. Que el velorio de la ciencia se convierta en el velorio de este gobierno que ajusta y reprime a los trabajadores.