Y así concluyó la maniobra del fiscal de mostrarse amistoso ante las cámaras, cuando acababa de ordenar un desalojo violento que no ahorro gases lacrimógenos y balas de goma. La policía, bajo comando de Larramendi, cortó un caño de gas que podría haber provocado una explosión en el barrio. Los heridos y detenidos de una represión cuya propiedad intentó explicar el fiscal sin llegar a buen puerto dan cuenta de la connivencia de la empresa, el gobierno, sus fuerzas represivas y la justicia. Se supo que la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, quien autorizó la represión, es la ex esposa de del diputado del PRO Walter Caruzo. Bregman destacó que pedirían la investigación de lo actuado por el fiscal a la vez que durante el programa se supo que el juzgado se negó a recibir a los abogados de los obreros.

 

Luego, Rodolfo Daer se puso en comunicación con los conductores y recibió el reproche de los dirigentes del FIT por no llamar al paro general en solidaridad con los obreros de Pepsico, mientras el burócrata del sindicato de la Alimentación sólo planteaba que el gobierno debía ser derrotado en las elecciones de octubre. “Pero el paro general debe ser convocado hoy”, retrucó Pitrola. El candidato a senador del Frente de Izquierda le enrostró que mientras los obreros ocupaban la planta de Pepsico, Daer asistía a una cena de lujo junto al presidente Mauricio Macri y denunció la inacción de la CGT ante la ola de despidos, suspensione y cierres de varios establecimientos.

 

Unos minutos televisivos bastaron para que Pitrola y Bregman demostraran que la razón asiste a los trabajadores, denunciar el desalojo antiobrero y vapulear al fiscal y al burócrata Daer.