En menos de dos días que llevo en el cargo de legisladora nacional, y como trabajadora docente, me ha tocado ver cómo, de un plumazo, se intenta barrer con conquistas históricas de trabajadores y de jubilados. Y esto lo he visto en el tratamiento exprés de cuestiones tan estratégicas como la reforma fiscal. No sabemos cómo se va a tratar el Presupuesto, porque hasta ahora por acá no apareció, y se quiere resolver un robo a los jubilados en un tratamiento tan rápido que trae todas las crisis y contradicciones de la realidad a este recinto.

Esta reforma contra los jubilados no se puede separar de la reforma laboral que también quieren tratar en este Congreso. Por lo tanto, tenemos un “paquetazo” de ataques a los trabajadores, a los jubilados y a la población que menos tiene. En ese sentido, para no repetir argumentos que ya se han expuesto, quiero en principio darle la razón a uno de los diputados que dijo que acá hay un debate desvirtuado. Tiene razón, porque un debate real sobre cuál debe ser el papel de los jubilados y de los trabajadores activos debe hacerse con los jubilados y los trabajadores, y no a espaldas de ellos. Eso es lo primero que está pasando acá.

En segundo lugar, quiero clarificar qué es lo que estamos debatiendo. Porque acá no se está discutiendo, como se dice, que habría un déficit en el sistema previsional, porque si tomamos el sistema previsional en un sentido histórico vemos que los sucesivos argumentos de crisis tienen que ver con el sistemático y persistente vaciamiento de las cajas jubilatorias, década tras década, gobierno tras gobierno, que se han llevado lo que les pertenecía a los trabajadores activos y que han puesto en riesgo, por lo tanto, el futuro de los jubilados. Y que no estamos hablando de un déficit lo demuestra un aspecto que acá se mencionó como al pasar: yo quiero decir que con la llamada reparación histórica hay millones de trabajadores afectados, porque entre otras cosas esa reparación histórica trajo escondida bajo el poncho la “armonización” de las cajas provinciales.

 

 

Quiero traer nuevamente a colación la situación de la provincia de Buenos Aires, de la cual soy orgullosa docente. Allí venimos resistiendo los embates gubernamentales en defensa de la escuela pública. Pero justamente el IPS, que es la caja de nuestra provincia, es superavitaria, y sin embargo, de buenas a primeras, apareció un borrador el día de ayer para “armonizar” con el sistema nacional, es decir para sacar los fondos de IPS y de un plumazo aumentar la edad previsional, cambiar las fórmulas de pago y adaptarlas a esta miseria que es el sistema nacional. Quiere decir que la modificación al sistema previsional no tiene nada que ver con una cuestión de déficit. Tiene que ver con que el gobierno, y los gobernadores que acordaron este proyecto, quieren colocar los fondos que les corresponden a los jubilados, y a los futuros jubilados, como garantía de pago a los acreedores internacionales, y como garantía de nuevos endeudamientos de cada una de las provincias. Eso es lo que acá está en juego, y está en juego a costillas de los trabajadores y de los jubilados.

 

82% móvil

Por eso, me hubiera gustado decirle al ministro pero se lo digo a sus funcionarios; a los dos ministros, al de Trabajo y al de Hacienda, que acá hay una cuestión muy seria: acá se intentaba discutir si estamos debatiendo la sustentabilidad de las jubilaciones, si es mejor la fórmula actual o la que nos quieren imponer. Yo quiero decirles que eso se resuelve muy fácil: restaurando el 82 por ciento móvil sobre el salario del trabajador activo, y no esta mentira del 82 por ciento sobre el mínimo vital y móvil, que es la trampa que nos quieren colocar. No, el reclamo histórico de restablecer el verdadero sistema jubilatorio, que era con el 82 por ciento sobre el salario real del trabajador en actividad.

Esto se puede restablecer si se restablecen las cargas patronales, las retenciones a las mineras y a las petroleras, investigando el endeudamiento externo fraudulento que se lleva las riquezas del país. Por supuesto que se puede resolver.

Y lo otro que quiero decir es que acá, con total desparpajo, el ministro dijo que no conocía los cálculos. No puedo creer que el ministro no lea los diarios, porque si no sabe hacer los cálculos con leer los diarios alcanza. Sin embargo, esa cifra de la que dice no acordarse, el ministro Triaca la sabe perfectamente para ordenar el tope a las paritarias. Ya dijeron que no más del 12 al 15 por ciento las paritarias de todos los gremios, y eso se lo acordaron perfectamente y no tienen que hacer ningún cálculo. Total, los que pagamos somos los trabajadores y los jubilados.

Quiero decirles que tengo la impresión de que muchos de los que acá hablan no tienen la menor idea de lo que significa vivir con una jubilación de 7.200 pesos o con salarios como los de los docentes, que están por debajo de la canasta familiar. Por eso los diputados del Frente de Izquierda no cobramos nuestra dieta. Por eso los diputados del Frente de Izquierda sólo cobramos lo mismo que cobrábamos cuando trabajábamos, porque no queremos olvidar lo que significa vivir con lo que realmente cobra un trabajador o un jubilado. Porque cuando acá se habla del índice de precios al consumidor como una variable para no perder, les quiero decir que ésa es otra trampa, porque acá ya se describió en qué consiste la canasta del jubilado. No alcanza, porque el índice de precios es una estimación general, pero la canasta del jubilado está compuesta por medicamentos, además de alimentos y tarifas. Eso si no tiene que pagar un alquiler, si no llegó a la propiedad.

 

Tarifazos

La cuenta, entonces, está muy por encima de ese promedio. Sin ir más lejos, este gobierno acaba de aprobar un aumento del gas del 54 por ciento y un aumento de la luz del 70 en dos cuotas, con lo cual esa proyección de inflación del 12 o 15 por ciento, o del 17, en el mejor de los casos ya se demuestra completamente ficticia para un trabajador. Quizá para quien no vive de su trabajo sino de las cuantiosas ganancias de sus empresas, esto no sea nada significativo porque, encima, ahora con el dictamen de la reforma tributaria, diciendo que van a reinvertir, se van a ahorrar unos cuantos pesos de impuesto a las ganancias, que sin embargo los trabajadores que logran superar un poquito la canasta de pobreza tienen que pagar rigurosamente. Porque el impuesto al salario, quédense tranquilos, va a seguir porque los trabajadores tenemos que financiar el déficit que generan otros.

 

Aumento de la edad jubilatoria

Por eso quiero volver también sobre dos cuestiones que aquí se han mencionado, pero las quiero reiterar. Este proyecto afecta la actualización de las jubilaciones, que van a quedar por debajo en su poder adquisitivo; afecta al trabajador activo, que va a ver aumentar su edad jubilatoria, porque la idea de la optatividad con estas jubilaciones de hambre es una trampa. Afecta a los jóvenes, a los millones de jóvenes que no van a ingresar en el mercado laboral en blanco y, por eso, los quieren entretener con una reforma educativa que los quiere hacer trabajar gratis en las empresas, porque como no van a tener acceso apuestos de trabajo reales, bajo convenio, que no estarán liberados porque los que se tenían que jubilar no se van a jubilar, vamos a seguir afectando, como principales afectados por la desocupación, a nuestros jóvenes en todos los sentidos.

Otro aspecto que quiero mencionar es que acá se va a modificar también la jubilación inicial de los nuevos jubilados, que se tira profundamente a la baja. Y en este punto quiero decir que un verdadero debate debiera empezar por retirar ese dictamen que rápidamente firmaron por ahí, y abrir un debate con la población afectada, y recién a partir de allí discutir qué modificaciones debiéramos hacerle al sistema previsional, que ninguna debe ser a la baja sino para restituir los verdaderos derechos de nuestros trabajadores y nuestros jubilados.

 

Abajo el pacto ajustador

Por último, quiero decir que este acuerdo entre los poderes Ejecutivo nacional y provinciales, en el que los gobernadores han puesto la huella digital en este saqueo a los jubilados, no es el resultado de una extorsión sobre los “pobres” gobernadores, una frase que algunos dicen por ahí, que estarían extorsionados y, pobrecitos, tuvieron que entregar a los jubilados ¡De ninguna manera! Los gobernadores que firmaron, los de todos los bloques políticos sin excepción, de todos los que se dicen opositores acá y que han entregado a sus jubilados, lo hicieron porque tienen un acuerdo estratégico con esta orientación económica, social y política, que el gobierno macrista, con toda esta ayuda de la oposición, quiere imponer: que los trabajadores, los jubilados y la población laboriosa paguemos el endeudamiento externo, paguemos su déficit y paguemos sus negocios. Esto no va a pasar, porque los trabajadores y los jubilados vamos a seguir ganando la calle, como siempre y para responder a alguien que me preguntaba “¿dónde estabas?” ¡Yo siempre estuve en la calle! Junto a los trabajadores, luchando en defensa de nuestros derechos y en defensa de la escuela pública. Y vamos a salir, mañana, en la plaza, a rodear el IPS, porque no vamos a permitir este saqueo. Y el 19 y 20 de diciembre, aniversario del Argentinazo, vamos a rodear el Congreso con los sindicatos, con los jubilados, con los trabajadores de todo el país, porque vamos a enfrentar la aprobación de este saqueo. Muchas gracias, señor presidente.

 

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