Políticas

31/8/2017

Villa Ángela: a las guarderías las consiguió la lucha de los estudiantes

Los funcionarios pretenden apropiarse de una conquista popular


El gobierno, a través de la Unidad Regional del Sudoeste ha presentado con bombos y platillos una entrega de juguetes y libros de cuentos a la guardería del Instituto de Educación Superior Villa Ángela (IESVA). Busca presentarse como promotor y colaborador de la guardería. Un total despropósito si se tiene en cuenta que fue el gobierno quien más se opuso a su construcción, pretextando cuestiones presupuestarias y de relevancia institucional.


 


En Villa Ángela (localidad de donde es oriundo el gobernador pejotista Domingo Peppo) existen dos guarderías, la del IESVA y la de la E.E.S. Nº 69. Ambas fueron impulsadas y logradas con las movilizaciones por el edificio propio del instituto, una lucha que se remonta a 2010. En su oportunidad, el gobierno buscaba por todos los medios posibles ajustar presupuestariamente la construcción del edificio, recortando en la guardería, por considerarla irrelevante para el funcionamiento del instituto. Fue la tenacidad de los estudiantes, al no aceptar ningún recorte a los reclamos solicitados, lo que llevó al logro de la guardería. Con Francisco “Tete” Romero como ministro de Educación, los miembros del Centro de Estudiantes presentaron un informe, mediante relevamiento de datos, donde se justificaba la necesidad de la guardería por la enorme cantidad de padres y madres que no podían concurrir o dejaban de cursar materias por no tener con quien dejar a sus hijos.


 


Por iniciativa propia, el gobierno no ha avanzado en la construcción de ninguna guardería en los lugares de trabajo y estudio, sino que fueron los estudiantes quienes colocaron en la agenda la necesidad de atender uno de los reclamos históricos del movimiento obrero y, principalmente, del movimiento de mujeres.


 


El sostenimiento de las condiciones edilicias del edificio y la guardería debe correr por cuenta del gobierno. Un reclamo, planteado, que aún no ha tenido eco en el gobierno que se desliga de su financiamiento y hace recaer en los estudiantes y trabajadores el sostenimiento de los institutos terciarios.