Villa Angela: abusos de menores

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con la víctima y su familia y llamamos la atención sobre el rol de las instituciones del Estado que deben brindar inmediata atención psicológica, legal y económica a las víctimas


El martes 29 de marzo unas 400 personas se movilizaron para repudiar los reiterados hechos de abuso de menores en Villa Angela, una localidad del sudoeste chaqueño.


La reacción se debe al último suceso que involucra a un joven de 22 años que abusó de uno de 13 el 18 de este mismo mes. Ambos se conocían de un club deportivo privado de la localidad. El abusador, ayudante de la institución, condujo al menor hasta el cementerio de la ciudad en horario nocturno donde procedió a cometer el crimen. Ante los ruidos que provocaba la resistencia del menor, el personal de seguridad del cementerio se dirigió al lugar para cerciorarse de lo que sucedía y se encontraron con el hecho. El victimario intentó sobornar al sereno pero el trabajador llamó al 911. Por orden del fiscal, la víctima fue trasladada al hospital, luego a la comisaría y nuevamente al hospital previo relato de lo sucedido por el menor.


Inoperancia del hospital y la fiscalía


La madre del menor abusado denunció que su hijo estuvo una hora y media en plena madrugada con sólo dos enfermeras que hicieron de personal de contención. Que los médicos en ningún momento se acercaron. También señaló que al fiscal lo conoció recién el lunes 21 y que la asesora del menor y la pediatra de la Justicia se hicieron presentes el domingo a las 18 horas.


Debido a esas demoras, la madre decidió abonar 2.000 pesos a un médico particular para que realizara los estudios pertinentes a su hijo.


No a otro caso Rojas


En esta localidad ya se han sucedió otros casos de abuso. Este mismo año, en febrero, fue denunciada una persona de 26 años quien abusó de una niña de 6.


Pero los casos que más impactaron en la opinión pública fueron: la del médico Francisco Castro en 2007, condenado a 18 años de prisión, que filmaba los abusos que cometía; y la del periodista Marcelo Rojas, en 2014, que también poseía material fílmico.


Si se tiene en cuenta la conclusión del caso Rojas es entendible el despertar de la población. En este caso, el periodista fue condenado a sólo cuatro años de prisión por abuso de una menor de la cual era el tutor. La condena, en su momento, generó indignación y  repudio en la población.


Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con la víctima y su familia y llamamos la atención sobre el rol de las instituciones del Estado que deben brindar inmediata atención psicológica, legal y económica a las víctimas. Debe establecerse un lugar físico donde tengan asistencia completa de personal competente, bien remunerado y con los recursos necesarios.