Políticas

18/4/2020

Villa María – Córdoba, la dura situación de las familias trabajadoras

Despidos masivos y falta de medidas de protección ante la pandemia

La consecuencia de la pandemia sobre la economía se siente fundamentalmente en las familias obreras. Porque las patronales están lejos de pasar las penurias que padecen las y los trabajadores. Es que el Covid-19 no afecta a todes por igual, de modo que el llamado a enfrentarlo “entre todos”, no puede soslayar que para garantizar la cuarentena es necesario defender el salario, y la asistencia de conjunto sobre el pueblo trabajador, que es lo que no se está garantizando. Veamos ejemplos en ese sentido.


Trabajadores de las salas de entretenimiento y juegos de azar de Villa María no cobraron sus haberes en tiempo y forma. Con el cierre de los espacios públicos, el colectivo de trabajadores del bingo fue suspendido sin informar, cobrando fuera de término y solo el 50%, sin fecha cierta del desembolso de la otra parte del salario, atacando a sus trabajadores en tiempo de pandemia.


Las y los trabajadores de supermercado cobran el mismo salario establecido desde antes de la pandemia. A pesar de la exposición diaria no reciben ningún plus, ni mucho menos un aumento salarial. Tampoco se les está respetando la carpeta médica, como fue el caso de un trabajador de una cadena de supermercados de la ciudad que presentó síntomas de Covid-19 y su jefe lo obligó a presentarse a trabajar a través de un audio de whatsapp, sin importar el riesgo que esto suponía no solo para los clientes sino para su propio personal. La sobreexplotación y la exigencia en los supermercados de la ciudad es terrible.


En el sector de la construcción, según dichos del dirigente de la Uocra de la ciudad, el 70% de los trabajadores de la construcción fueron despedidos. A los que trabajan sin respetar la cuarentena, según lo celebra el sindicato, se los envía a trabajar en obras públicas, como el mantenimiento de la ruta 158; o al trabajo correspondiente de la termoeléctrica de la ciudad, para la que nunca se fijó la cuarentena.


El sector monotributista no esencial está a la deriva. Peor aun así tienen que pagar alquileres. En ese sentido, se estima que un 40% de los inquilinos no pudieron llegar a abonar sus alquileres por la falta de los salarios. A las personas monotributistas esenciales, como facturantes y contratadas,  se las expone a una situación de vulnerabilidad porque no cuentan con seguro médico. Es necesario el pase a planta permanente del conjunto de trabajadores municipales de la salud.


¿Acaso no es necesario cuidar a quienes nos cuidan? En ese sentido, es clave reforzar las medidas de seguridad para el conjunto de trabajadores de la sanidad que están trabajando a destajo por la misma paga.


En cuanta a las y los trabajadores del arte, no cuentan con ningún tipo de subsidio ni salida a esta crisis, siendo que al encontrarse como monotributistas por lo general no tienen acceso a los $10.000 del Ingreso Familiar de Emergencia.


Por otro lado, a los trabajadores de las estaciones de servicio en muchos casos se les adelantan vacaciones en tiempo de cuarentena, y hay reducción de horas laborales y suspensiones sin goce de sueldo.


Si las y los trabajadores que tienen empleo la están pasando mal, peor aún es la situación de “la economía informal” o los desempleados. Eso se ve reflejado en general en el alto índice de inscriptos  en el bono de emergencia familiar.


Por lo tanto, es necesario defender el salario, y garantizar los puestos de trabajo, para garantizar la salud y la vida de la Villa María que vive de su trabajo.