Alperovich impuso en la reforma constitucional el denominado “sistema de acople”, por el cual un partido puede presentar candidatos a legisladores y concejales y apoyar al candidato a gobernador o intendente de otro, siempre y cuando que ese partido acepte ese acople. El sistema de acople se ha constituido en un recurso de Alperovich para sumar los votos de un centenar de partidos, muchos de ellos creados en los últimos meses para ese fin.

Lo novedoso es que el MST ha usado un sistema “sui generis” de acople para resucitar a Izquierda Unida. El PC se ha transformado en un partido de la coalición kirchnerista luego de la integración de Heller a la fórmula con Filmus a la que se prestó el PC. Luego de la victoria de Macri, el PC ha convocado a un frente con el oficialismo para las elecciones de octubre; el PC lleva candidatos también en la lista de Binner para las elecciones en Santa Fe. Con todo esto en consideración, es claro que el contenido político de la llamada Nueva Izquierda que promueve el MST implica una integración política al Estado capitalista. Este aspecto fundamental no queda atenuado de ninguna manera por la motivación inmediata que guía el “acople” del MST al PC, que es bloquear la ruta a un crecimiento electoral del Partido Obrero a cualquier precio. Uno y otro aspecto se complementan –la hostilidad a muerte contra el PO y la integración al sistema político oficial de la burguesía.