Políticas

21/10/2021

Zona Franca en Río Gallegos: la épica berreta de CFK

La grandilocuencia de un proyecto que no significa nada para la economía de los santacruceños.

En una ceremonia donde todas las autoridades se mostraron muy emocionadas, Cristina Fernández de Kirchner aprovechó para contar una historia “trucada” del tema de la Zona Franca, presentada como un “sueño de Néstor”, bloqueado por los gobiernos de Menem y la derecha, que después de 27 años de “persistencia” se viene a inaugurar en Río Gallegos. Es cierto que la cuestión de la Zona Franca minorista en Santa Cruz (un predio donde se podrán comprar productos libres de impuestos) fue y vino según los vaivenes políticos del último cuarto de siglo, pero el discurso no explica por qué se tardó tanto, siendo que de esos 27 años, el kirchnerismo ha gobernado el país durante 14 años, 12 de ellos en forma ininterrumpida.

Vale decir que la épica con la cual se ha pretendido quitarse la responsabilidad por la demora de la Zona Franca, es un acto de autoencubrimiento y falta a la verdad.

Divisas y chiquitaje

Al explicar la cuestión de fondo de la Zona Franca, la vicepresidenta mencionó que parte del dinero producido por el trabajo de los santacruceños se terminaba yendo a Punta Arenas por las diferencias de precios con la zona franca de nuestro país vecino. La conclusión fue que es un paso adelante que la plata que se genera en Santa Cruz se gaste en Santa Cruz y motorice así el circuito económico.

Cabe preguntarse: ¿y el dinero que las multinacionales se llevan al explotar el oro, la plata, la pesca y el petróleo, todas riquezas naturales provinciales que son extraídas como fruto del trabajo de los santacruceños? Ahí está la verdadera fuga de capitales. Las compras en Punta Arenas son chiquitaje.

En números, fueron casi 2 mil millones de dólares en exportaciones en el 2020 (dos tercios de ellos en oro y plata) que no regresaron de ninguna manera a la provincia. Esta salida de capitales es el “modelo neoliberal extractivista” al que se acomodaron los Kirchner durante 30 años de gobierno en Santa Cruz. Asociados a Menem en las privatizaciones, fomentaron las concesiones mineras con todo tipo de privilegios impositivos, prorrogaron concesiones petroleras, y esto agravado por los 14 años de gobiernos “propios” en la provincia y el país. La Zona Franca, en realidad, tampoco impide la fuga de capitales que se realiza por otros medios, ya que en definitiva los productos que se ofrecen son importados y hay que comprarlos con dólares que se van del país. Antes se iban con los viajes a Punta Arenas y ahora se van cuando los comerciantes compran la mercadería que se ofrece en la Zona Franca.

Menem y Cavallo (con apoyo K) aprobaron zonas francas industriales, una por provincia, que debían ser la avanzada de reformas laborales y de inversores que produjeran para exportar. En Caleta Olivia, por ejemplo, tenemos un predio vacío e inactivo que nos recuerda esos intentos fallidos.

El Frente de Izquierda plantea un camino para impedir la fuga de capitales: la salida es la nacionalización de la minería y el petróleo bajo control de los trabajadores, de modo de planificar un desarrollo económico integral que incluya a la provincia a través de la industrialización de nuestros recursos naturales.