Alrededor de 30 compañeros han constituido, en menos de un mes, un nuevo agrupamiento del Polo Obrero de Zárate. Su bautismo fue el piquete a la papelera para que reincorporen a los trabajadores despedidos y luego formaron parte de la columna que reclamó al Estado el sostenimiento de los comedores, en Acción Social.

El comedor funciona cuatro veces en la semana y se reúnen, dos veces en la semana en asamblea para debatir la situación política y las acciones a seguir.

Su combatividad se pone de manifiesto en el sacrificio que deben realizar durante el largo viaje –muchas veces en tren y a pata– hasta Capital, para participar en las marchas. Son, en su mayoría, mujeres y jóvenes, concientes de que de la lucha independiente de ocupados y desocupados depende su presente y su futuro.