Polo Obrero

13/5/2004|850

Fe y alegria

La casa Solís dio una lucha muy fuerte por obtener el merendero y, por consiguiente, el comedor, organizados, unidos por el Polo Obrero, que hoy es ya nuestra organización. He aquí la historia.


En el año 2002, las 35 familias que viviamos ahí en ese entonces nos movilizábamos hacia Promoción Social para obtener los bolsones. Como los bolsones no abastecían la necesidad familiar, sobre todo en los niños, hicimos una movilización más con todos ellos; taza y cuchara en mano haciendo una petición de un merendero. La lucha fue tan dura que en el mes de abril nos abastecieron para un merendero de 70 meriendas, frente a lo cual nos unimos una vez más y empezamos a preparar la leche entre las mismas madres en sus cocinas; poniendo empeño y haciendo actividades construimos nuestro merendero en planta baja. Al ver que todo esto fue posible, y que la gente trabajadora que vive en la casa llega cansada y tiene que cocinar, y como todo es gracias a la lucha, esfuerzo y empeño nuestro, con la mercadería que llega de nuestras marchas y donaciones del comedor del Polo Obrero nos organizamos una vez más y estamos haciendo en lo posible nuestro comedor en la casa Solís, que funciona tres veces por semana. Repartimos comida a familias que viven en hoteles de los alrededores de la casa, y en nuestra casa repartimos a todas las familias. Compañeros que en ese momento no están son considerados, y se les guarda en “tapers”, y al llegar de sus trabajos tienen comida hecha. Se da la comida a todos sin hacer distinciones políticas, mucho menos económicas. Hoy en día somos 65 familias y 120 niños, es por eso que hoy en la casa sabemos que con la lucha y esfuerzo se pueden obtener cosas positivas. Jamás perdimos la fe ni la alegría.