Una maniobra de empresas de transporte destinada a obtener un aumento en el pasaje fue derrotada por los vecinos de la localidad de Candelaria.

 

Bajo la excusa de calles terradas en mal estado, las empresas Tipoka y Don Casimiro (monopólicas) decidieron suspender el servicio a 8 barrios de Candelaria, afectando, por lo menos, al 60% de los habitantes de la localidad. El servicio fundamental es la comunicación con Posadas.

 

Inmediatamente se realizaron asambleas en todos los barrios y se decidió la realización de piquetes en ambos ingresos a la localidad, el día sábado 15 a la mañana. Se retomó el domingo luego de una asamblea y a pesar de la brutal tormenta, y continuó el lunes.

 

A las 15 horas del lunes, las autoridades anunciaron a los delegados barriales que se restituía el servicio casi en su totalidad; a un solo barrio se prometió la solución para el martes.

 

Se conquistó la puesta en marcha de un servicio interno en el pueblo (Rondin), servicio que no existía como tal.

 

Al promediar el domingo, en la casa de una compañera se proyectaron los videos sobre Sasetru, los inundados, y sucesos revolucionarios, del Ojo Obrero. Esta actividad se realizó luego de una discusión con los compañeros en el piquete, y al término de la misma un grupo de compañeros se comprometió a trabajar con el Polo.