“Emergencia” en las comunas bonaerenses


El Concejo Deliberante de Mar del Plata, por iniciativa del intendente Gustavo Pulti, votó por mayoría la "emergencia financiera" y por unanimidad la "emergencia ambiental". Pulti justificó las medidas en nombre de la "crítica situación" del municipio, el déficit de 71 millones heredado del radical K Daniel Katz, la falta de obras y la imposibilidad de pagar el sueldo a los municipales. Scioli se comprometió a auxiliar al intendente marplatense.


Pulti, quien es un hombre del empresariado marplatense y está ligado al "Gallego" Iglesias, del multimedios La Capital, Hotel Hermitage y accionista de la empresa 9 de Julio y de la láctea Amanecer. Pertenece al pelotón de los "nuevos intendentes". Desde su asunción Pulti se ha largado a una variada política de cooptación que incluye a "socialistas", burócratas sindicales y ex dirigentes de movimientos ambientales.


La "emergencia" de Pulti está en sintonía con otras "emergencias" que están haciendo votar los intendentes de la "renovación". En todos los casos, los nuevos intendentes se traen bajo el poncho nuevos ataques contra los trabajadores municipales, boletazos, ajustes varios para descargar sobre el pueblo las consecuencias de la "herencia recibida" y la "reconstrucción". Es lo que ha hecho Pablo Bruera en La Plata, que echó a unos mil contratados municipales (luego tuvo que retroceder y reincorporar a casi 700 por las movilizaciones y tomas de delegaciones vecinales). Además, Bruera votó la "emergencia administrativa" y, en una sola sesión, el boletazo de las líneas municipales que lleva el boleto a 1,50 pesos, el más caro de la provincia. En Quilmes, Gutiérrez anunció una limpieza de ñoquis y villordistas que alcanzaría a un número elevado del personal municipal, mientras que otro "debutante", Giustoizzi, de Almirante Brown, apeló a los mismos argumentos (ñoquis) para aumentar las tasas y echar municipales.


En Mar del Plata la "emergencia" habilita a Pulti restringir las horas extras, disponer jubilaciones de oficio y el congelar nombramientos y sueldos a los municipales. La medida abarca a 7.000 municipales. Como anticipo el secretario de gobierno declaró que los "municipales están bien pagos". Pulti promueve también una suerte de "Afip marplatense" con la que pretende elevar la cobranza de tasas (ya con Katz había record de apremios judiciales y amenazas de remates). La "emergencia" habilita también las contrataciones directas y las auditorías de los organismos financieros internacionales para los programas de saneamiento ambiental.


No hay prácticamente un municipio de la provincia donde la asunción y reasunción de intendentes no haya implicado conflictos. La razón de fondo es que la masa de municipales tiene un salario básico de indigencia. El reclamo de paritaria única para fijar un salario mínimo municipal en toda la provincia y la efectivización de los contratados es unificador y plantea la necesidad de una lucha común de todos los municipales del conurbano y el interior. Un sector de la dividida cúpula sindical levanta formalmente la paritaria única y los 1.200 pesos de salario básico, pero no mueve un dedo por este reclamo vital.


Planteamos: la apertura de los libros de los municipios, el control obrero para investigar la deuda, la ejecución de los grandes deudores que fueron condonados y eximidos del pago de las tasas, el juicio político y penal a los responsables del desfalco y la depredación ambiental, la derogación de los impuestazos y una tasa extraordinaria a las grandes fortunas y capitalistas para financiar salarios, obra pública, vivienda y salud. En oposición a la ordenanza ajustadora, reclamamos el aumento de salarios para todos los trabajadores del municipio.