Los trabajadores de ADO (ex Petinari) siguen en la organización de la fábrica y en la producción y reparación de algunas unidades. Desde la media sanción de la ley de expropiación han recibido a nuevos clientes y los proveedores de insumos se acercaron. El martes 17, ante la amenaza de desalojo por parte de la Justicia, se llamó a una acción solidaria en la puerta de la fábrica, que contó con el apoyo de varias organizaciones, entre ellas el Partido Obrero y el Polo Obrero.

 

Está claro que la situación es más que precaria. La media sanción de la expropiación garantiza poco, sobre todo en medio de un clima de cambio de gobierno. El Estado no garantiza nada. Sólo avanza, mediante la Justicia, en aprietes y chicanas contra los trabajadores. Mientras en Ecotrans -al lado de la fábrica- las unidades se caen a pedazos, los obreros que pueden repararlas mendigan por trabajo. 

 

En medio de esta situación, Chino Navarro del FPV, visitó la fábrica y metió por la ventana a Gustavo Menéndez, intendente electo de Merlo, que estuvo en contra de la toma antes de las elecciones. Toda una lavada de cara.

 

También se presentó el síndico enviado por el juez a cargo de la convocatoria de acreedores, junto con la familia Petinari. El síndico iba a verificar que los trabajadores estuvieran manteniendo las instalaciones como es debido y no se estuvieran robando nada, ¡llevado de la mano de los que se habían robado todo, incluso los salarios!

 

Vamos a una campaña en los lugares de trabajo y estudio para juntar miles de firmas por la sanción de la ley de expropiación de la ex Petinari en el Senado y por la exigencia de que sea tratada ya. 

 

El Estado debe suministrar los fondos que sean necesarios para asegurar la continuidad del funcionamiento de Petinari y que sus trabajadores cobren los sueldos que marca el convenio.