Salud

10/3/2021

Arranca la vacunación parcial para docentes de CABA

Una crisis dentro de otra crisis.

Secretaria gremial de Ademys

A la escasez mundial de dosis de vacunas, donde la producción es dominada por las multinacionales farmacéuticas y laboratorios amparadas por los gobiernos imperialistas, afectando a los países más pobres y atrasados, y a la falta de liberación de patentes, es decir la propiedad intelectual de medicamentos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) -que consiste en que cada una de esas empresas tiene exclusividad para producir y vender las misma-, se suma un improvisado y critico panorama de vacunación para las y los trabajadores de la ciudad.

Mientras los trabajadores son obligados a retomar su actividad laboral sin considerar el cuadro epidemiológico, las escuelas se reabren y las vacunas no llegan, el vacunatorio vip y la privatización de las dosis a obras sociales generaron un reclamo y una preocupación entre todos los trabajadores abriendo una crisis en el gobierno.

Esta crisis fue tomada por el gobierno reasignando la partida de una nueva tanda de la vacuna Sinopharm de alrededor de 970.000 dosis para comenzar la vacunación de la docencia en todo el país, dado el comienzo del ciclo lectivo el 1ero de marzo. Paritarias a la baja, luchas provinciales de no inicio y entregada de Ctera mediante.

Posiblemente también pesó en la decisión que dicha vacuna aún no esté autorizada por los organismos nacionales para su aplicación en mayores de 60 años, pero de ninguna manera podemos decir que el gobierno nacional o de la Ciudad hayan cambiado de rumbo, dado que es quienes impulsan la escolaridad presencial masiva sin condiciones. No solo modificaron el semáforo epidemiológico para manipular los datos de la pandemia compatibles con las reaperturas sino que, en medio de la falta de vacunas, ni siquiera tienen un plan de producción con presupuesto para su fabricación, o le entregan porcentajes de las vacunas Oxford-AstraZeneca a empresarios amigos.

Así, el proceso que asignaba dosis a cada jurisdicción en función de la cantidad de población atraviesa una crisis que se expresa entre el gobierno nacional -quien, en definitiva, adquiere las dosis- y el gobierno de la Ciudad, ya que aún no habría vacunado al 30% del personal de salud ni a la población considerada de riesgo.

La disputa por las dosis se trasformó en una negociación entre estos dos bloques políticos. Finalmente, luego de anunciar su negativa, el gobierno de Larreta comenzaría a vacunar a un grupo de docentes este miércoles 10 de marzo.

¿A quién le toca?

Si tomamos en cuenta las imágenes de jubilados haciendo fila en los estadios, sin asistencia alguna ni logística adecuada, es de esperar que el anuncio de comienzo de la vacunación para un sector de trabajadores de la educación presente sus problemas.

Por empezar, los únicos que pueden anotarse es un grupo compuesto por a) personal de dirección y gestión, b) personal de supervisión e inspección, c) docente frente alumnos/as de Nivel Inicial (incluyendo ciclo maternal), Nivel Primario primer ciclo (1°, 2° y 3° grado), y de Educación Especial.

A su vez, con la entrega de más dosis a Ciudad se terminarían de vacunar al personal de salud y quedarían 16.000 dosis para docentes (Clarín, 9/3/21). Si de que partimos según el censo de 2014 CABA cuenta con 111.000 docentes de educación pública y privada, es incierto el panorama respecto a las segundas dosis del grupo 1 y ni hablar del resto de la docencia. Por otra parte, mirando el proceso de otras provincias debe reclamarse el respeto a los tiempos de inmunización, dado que hay casos de docentes vacunados que luego pueden contagiarse en las escuelas.

Hay incertidumbre en los considerados grupos de riesgo y, a pesar que es un reclamo correcto de los trabajadores de la educación y está entre los primeros puntos del pliego de demandas de los sindicatos docentes, es claro que acá lo que hace falta es un plan de vacunación universal y gratuita para toda la población trabajadora que arriesga su vida todos los días a la hora de concurrir a sus trabajos y actividades.

Le reclamamos a los dos gobiernos, tanto al gobierno nacional, que no ha dado un paso en la centralización del sistema de salud, ha incurrido en firmas secretas de cláusulas leoninas de parte de los laboratorios y ni siquiera puede garantizar un ritmo de vacunación para enfrentar la pandemia, como al gobierno de la Ciudad, que ha cedido partes de las dosis al sistema de salud privada, haciendo distinción entre quienes tienen acceso a una obra social o deben concurrir a un hospital público y ahora protagoniza escenas de descontrol en la vacunación de población de riesgo.

-Por un plan de vacunación universal y gratuito.

-No a las patentes.

– Recursos económicos, humanos, tecnológicos y de infraestructura para lograr una producción a gran escala de la vacuna y de los medicamentos paliativos, declarándolos de utilidad pública.