El jueves 12/11 nos enteramos de nuevos casos de Covid-19 en una primaria del Distrito 5. Ya son 11 las escuelas de ese distrito que han informado positivos. Sin embargo, en este caso, tal como informaron les trabajadores de dicha escuela y el sindicato Ademys, hubo irregularidades en el seguimiento del protocolo y la circulación de la información. Una situación que pone de manifiesto la inconsistencia del protocolo que se quiebra a partir de la falta de capacitación para su correcta aplicación.

El comunicado al que se hace referencia que circuló por varios canales detalla una cronología donde los tiempos en los que se reincorpora una de las contagiadas no se condice con los establecidos en los protocolos (entre otras irregularidades) y donde la intervención de les docentes y auxiliares fue el factor fundamental para dar cuenta de lo que estaba sucediendo e informarlo.

Este caso pone sobre la mesa dos cuestiones que ameritan detallarse: por un lado, plantea el problema que genera la circulación de personas en el marco de una pandemia dando cuenta que las escuelas son espacios que propician la proliferación del virus. Revela los inconvenientes de volver a la presencialidad prematuramente y las consecuencias que esto tiene. En la Escuela en la que se dieron los hechos, no funcionaban burbujas dado que las familias, conscientes de la situación, habían optado por no usar esos espacios, de haber sido de otro modo, estaríamos hablando de un cuadro muy diferente. Por otro lado, lo ocurrido, habla de lo peligroso de depositar en un puñado de personas (a las cuales no se capacitó debidamente) la responsabilidad del cumplimiento de los protocolos y la circulación de la información epidemiológica.

Desde Tribuna Docente, creemos que hay que sacar conclusiones de lo ocurrido y poner el foco de la denuncia donde corresponde. Por un lado, entendemos que es necesario redoblar la lucha contra todo intento aperturista de Larreta, Acuña y Trotta. No están dadas las condiciones epidemiológicas para una vuelta a la presencialidad.  No han invertido un centavo durante los meses de pandemia ni en infraestructura para acondicionar las escuelas, ni en conectividad para alcanzar a más niñes, ni en capacitar al personal para aplicar el protocolo. La responsabilidad de estas cuestiones recae única y exclusivamente en el Estado que, para cumplir con los intereses del capital y las patronales, pone en riesgo la salud de las Comunidades con sus políticas aperturistas.

Solidariamente a esta posición sobre la responsabilidad del Estado en la proliferación de casos, creemos que somos les trabajadores quienes debemos tomar las riendas del cuidado de nuestra salud. Por ello llamamos a las comunidades educativas a organizarse para conformar Comisiones de Higiene y Bioseguridad en cada Escuela. Es imprescindible que esas Comisiones tengan poder de veto ante incumplimientos. Además debe establecerse y respetarse un circuito de comunicación oficial ante casos positivos para que puedan tomarse las medidas pertinentes. No puede haber “radiopasillos” u ocultamientos en este punto. Esconder positivos bajo la alfombra para garantizar Escuelas abiertas pone en riesgo la salud del conjunto de la población.

– ¡No a las aperturas prematuras!
– Comisiones de Higiene y Bioseguridad por escuela con poder de veto
– Circuitos oficiales y transparentes de información ante casos positivos
– El Estado y los gobiernos son responsables de los contagios.