Salud

6/1/2022

CABA: sobre los concursos para enfermería

Una medida limitada y restrictiva que no refuerza el sistema de salud y mantiene la precarización.

Tribuna Municipal

Ojo Obrero Fotografía

Un par de semanas atrás el gobierno de la ciudad de Buenos Aires convocó un concurso abierto para contratar de manera permanente a 837 enfermeros/as en el subsistema público municipal. La medida fue tomada en el marco de una paritaria que evidencia un nuevo deterioro salarial y del surgimiento de una nueva ola de la pandemia. Lo que puede parecer simplemente un paso adelante tiene, sin embargo, sus limitaciones, ya que sostiene en gran parte la precarización y discriminación del personal de enfermería, que Larreta y Quirós profundizaron durante la pandemia, y que hoy tiene su triste expresión en las agresiones de usuarios a trabajadores de la salud.

No hay refuerzo del sistema de salud

Antes que nada, no se trata de un refuerzo del sistema de salud público de la ciudad. Primero porque la gran mayoría de los aspirantes para este concurso son más de dos mil enfermeras y enfermeros que fueron contratados durante la pandemia en la modalidad de planta transitoria, y en el caso de adjudicar estos cargos renunciarán a los actuales sin que haya asegurados reemplazos. El solo hecho de que hayan puesto el cuerpo durante toda la pandemia, por menor remuneración y en peores condiciones de trabajo, amerita para que sean efectivizados en planta permanente sin más, como lo viene reclamando el movimiento de enfermería.

Pero tampoco se trata de un refuerzo del sistema de salud porque este concurso viene luego de que en septiembre de 2021 se produjeran cientos de despidos de enfermeros contratados. Dejándolos por fuera del sistema, y sin posibilidades de pasar a planta permanente, este precedente aumenta aún más la inestabilidad laboral de un recurso primordial, como si sobraran profesionales de enfermería en Argentina, considerando que también han sido ellos quiénes han tenido que responder a la campaña de vacunación o a los testeos a nivel nacional, con baja remuneración y exceso de horas en sus jornadas.

Así las cosas, al menos dos tercios de las enfermeras y enfermeros en planta transitoria seguirán con el mismo régimen de precarización con la posibilidad del despido que está siempre latente siendo los contratos mensuales o por períodos cortos de tiempo. Despidos de los que tampoco están exentos quienes están en planta permanente, como lo refiere el caso de Paul Meza, cesanteado sin causa en la maternidad Sardá como reprimenda por organizarse con sus colegas por el pase a la carrera profesional.

¿En qué condiciones?

Con este concurso se pretende también que varios de los enfermeros y enfermeras que los adjudiquen desarrollen sus desempeños en áreas cerradas (unidades de terapias intensivas) cuando ni siquiera se percibe el plus por insalubridad siendo que el agotamiento es mayor. Este plus se paga en otros efectores de salud y aquí se niega volviendo hacer de la enfermería un material reutilizable y sin reconocimiento. Es que este concurso es la incorporación a la planta permanente del escalafón general, esto es, el convenio de los trabajadores administrativos, con lo cual se sigue negando la inclusión en la carrera profesional (Ley 6.035).

Asimismo, solo llaman a concurso para vacantes de enfermería, cuando entre otros trabajadores también se requiere fortalecer el plantel en todas las instituciones de salud. Tal es el caso de camilleros, que suelen realizar jornadas de 7 a 10 o 12 horas, con alta demanda de trabajo, mal remunerados y teniendo de 2 a 3 de ellxs por turno y hasta a veces 1 camillero para un sólo turno, lo mismo que sucede con el personal de maestranza, cocina o ropería. Algunas de estas tareas que quedan vacantes por la falta de personal en muchos casos, autoritarismo y arbitrariedades mediante, son empujadas a ser realizadas por el personal de enfermería. Pero es claro que en un caso u otro prima una política de ajuste y recorte en salud que este concurso no elimina.

Como forma y contenido no son separables, la manera de llevar adelante el concurso refleja el mismo destrato que sufrimos cotidianamente en los servicios. Debiendo llevar documentación al Hospital Muñiz cientos de colegas fueron agolpados en largas filas expuestos tanto a una insolación por las altas temperaturas como al contagio por la aglomeración en medio de un pico de casos. Esta imagen generó mucho malestar entre los compañerxs de enfermería.

 

A seguir luchando

Un verdadero refuerzo del sistema de salud vendría de la mano del pase de enfermería a la carrera profesional, que equilibraría los salarios y las condiciones de trabajo, reparando el enorme desgaste del personal y estimulando la formación de nuevos profesionales. Debería incluir el pase a la planta permanente de todo el personal contratado en la pandemia y un concurso para la incorporación genuina de personal. Desde La Naranja de Enfermería y Tribuna Municipal llamamos a seguir luchando por todos estos reclamos.