Salud

5/7/2020

Chaco: las denuncias de un atentado en el Hospital Perrando

La provincia del Chaco ha sido noticia nacional nuevamente, por un supuesto atentado en el Hospital Perrando de Resistencia, el principal centro de salud cabecera en la provincia.


Sucede que este miércoles 7, pacientes con coronavirus que están conectados a respiradores en la terapia sufrieron una falla en la mezcla de aire comprimido y oxígeno que utilizan los mismos, lo que puso en riesgo sus vidas.


Está grave situación derivó en una denuncia que apunta a una “mano desconocida” que habría apagado el aire comprimido que alimentaba los respiradores. Rápidamente las autoridades del hospital salieron a los medios denunciando un atentado político contra la llegada del presidente a Chaco (quien finalmente no la realizó). Uno de los codirectores, Daniel Pascal, sostuvo que “podían haberse muerto varios pacientes” y que “afortunadamente, el ataque se descubrió a tiempo y no se materializó por la rápida respuesta de uno de los técnicos a cargo”.


Para las autoridades sanitarias, quien planificó el crimen fue una persona con conocimiento del funcionamiento interno del centro de salud, porque “conocía dónde estaba la llave” y el sector donde están los tableros para cerrar los conductos de aire comprimido. “Esto fue un sabotaje, un intento criminal, para mí, perfectamente planificado y tenía que provocar el caos, el día que llegaba nuestro presidente a Resistencia. No me cabe la menor duda que eso fue un atentado”, consideró Pascual en diálogo con CiudadTV.


En estos momentos se continúa con la investigación, el análisis de las cámaras y los datos que puedan arrojar los testigos para llegar a identificar a los responsables de este “atentado” como han transmitido las autoridades a los medios.


La denuncia de los trabajadores


Pero los trabajadores advierten que “no hubo ningún tipo de atentado”, sino que el episodio respondió a problemas de infraestructura.


El secretario general de la Unión del Personal Civil de la Provincia explicó que “los servicios de oxígeno, aire comprimido y aspiración, siempre se manejaron a nivel central, pero la empresa encargada de la obra modificó el sistema e incorporó una llave de paso, en el marco de las adecuaciones y refacciones de la Pastilla 6 hoy llamada Covid, pero todo este proceso nunca fue notificado a los trabajadores”.


De conjunto, no han sido informados de los cambios, refacciones, modalidades de funcionamiento de las nuevas construcciones que se realizan. Niz asegura “que no se han realizado la prueba en vacío en los respiradores”, de vital importancia para calibrar las mezclas entre aire comprimido y oxígeno. Y señala que es necesario “para que el recurso humano haga el reconocimiento del área, de los equipamientos, del funcionamiento de los mismos y a la hora que el paciente requiera conectarlo al respirador, que estos equipos tenga un desempeño perfecto, porque de ello depende su vida. Cuando hay un problema de aspiración, oxígeno central y/o aire comprimido se convoca al personal de Mantenimiento, pero sin planos nuestros compañeros están ciegos, porque desconocen como se hicieron las instalaciones”.


En ese contexto, los trabajadores advierten que “posiblemente al estar abierta mínimamente la llave (…) no sonó la alarma, porque estaba conectado un respirador y era suficiente la provisión en esa medida de graduación, pero al tener conectado varios el suministro de aire comprimido fue insuficiente y sonaron las alarmas”. Y señalan que “la prueba en vacío es lo único que nos permite reconocer dónde están cada uno de los elementos que necesitamos para la atención y sobre todo en un servicio crítico. Pero a juzgar por lo sucedido, ni los trabajadores, ni los jefes tuvieron la posibilidad de probar todos los respiradores para verificar si funcionaban correctamente de acuerdo con la demanda”.



El accionar ilegal de las autoridades


Niz marcó que “las autoridades sanitarias han violado la Ley de Obras Públicas, porque no han cumplimentado el procedimiento de entrega de obra finalizada y tampoco han llevado a cabo las auditorías de control pertinente. Es de máxima gravedad”.


Los trabajadores exigen que se tomen en cuenta las pruebas y testeos técnicos necesarios para evitar riesgos. Y señalan “lo que es importante investigar es quién recibió la obra, quienes hicieron la auditoría y a partir de ahí, si la Directora, Subsecretario y demás le notificaron formalmente a nuestros compañeros e hicieron la prueba en vacío necesaria”.


Niz, por su parte, señaló que “va a salir a la luz la transgresión a la Ley de Obras Públicas en cuanto a la ausencia de un Inspector de Obra, del cumplimiento del Proyecto Ejecutivo, los funcionarios que autorizaron los pagos de las Certificaciones de Obra; es de público conocimiento que el gobernador inauguró una mañana las instalaciones y por la tarde internaron a los pacientes. Esto demuestra que nunca se realizó la prueba en vacío. Y no es lo mismo tener conectado un respirador que seis, por que el nivel de exigencia es distinto”.


Vaciamiento sanitario


Con este episodio queda de manifiesto nuevamente la precariedad del sistema de salud en una de las provincias más afectadas por el Covid-19, y como esto ha puesto en riesgo la vida de personas.


“Las instalaciones sanitarias no han sido habilitadas y tampoco las autoridades han verificado el estado de las obras, ni siquiera las han auditado” concluyó Niz luego de reunirse con los trabajadores de mantenimiento.


Aquí es clave remarcar la pasividad del sindicato de UPCP, por la grave situación que atraviesan las y los trabajadores de la salud de la provincia que hoy ha sumado una nueva víctima con el fallecimiento de la enfermera precarizada, Mónica Moyano.


Por su parte, los trabajadores siguen en estado de asamblea permanente, movilizando y organizando los reclamos. Este lunes nos damos cita nuevamente, a las 9 h en la explanada del hospital Pediátrico, para defender la salud pública. Para exigir el pase a planta, aumento de salario, triplicación del presupuesto, insumos y elementos de bioseguridad, basta de precarización, basta de lamentar víctimas como Mónica Moyano o Miguel Duré.