Luego de que se hicieran públicas decenas de denuncias sobre las condiciones laborales que impone la empresa de limpieza Mediterránea Clean SRL, que tiene a su cargo la limpieza de los principales hospitales nacionales, provinciales y municipales de Córdoba, las y los trabajadores comenzaron a sufrir una aprietes, amenazas y hostigamiento por parte de la empresa y de la dirección del sindicato de limpieza (SOELSAC).

El día jueves, con el pretexto de entregar material de protección, representantes de sindicato de recorrieron distintos hospitales, pero en lugar de brindar los elementos que demandan las y los trabajadores se dedicaron a apretarlos para indiquen quiénes habían realizado las denuncias que se hicieron públicas en las redes sociales en las últimas horas. La burocracia inició esta expedición por el hospital Neonatal, uno de los centros donde se iniciaron las denuncias. El argumento con el que desmerecen los reclamos es que la mayoría de los hospitales son “limpios” y allí no tendrían contacto alguno con el virus.

Este argumento desconoce que el contagio comunitario es un hecho (motivo por el cual las autoridades nacionales evalúan extender la cuarentena), y que ante el potencial colapso del sistema sanitario las guardias de todos los hospitales se verán abarrotadas de consultas por infecciones respiratorias.

SOELSAC es un gremio armado desde arriba por los mismos funcionarios del PJ, y cuenta con un largo prontuario de persecución contra aquellos trabajadores que desarrollan algún tipo de reclamo. Hay denuncias de que las patronales de las empresas de limpieza que contrata la provincia de Córdoba son testaferros del mismo gobierno y la comisión directiva del sindicato. Por estos motivos el sector tiene un salario de indigencia y las peores condiciones de trabajo de todo el movimiento obrero cordobés. Es toda una política del gobierno de Juan Schiaretti, que mantiene en todas las escuelas a auxiliares trabajando en negro con sueldos de 10.000 pesos y sin siquiera tener ART.

El Ministerio de Salud provincial mostró que piensa cargar sobre los hombros de estos trabajadores la crisis sanitaria. Voceros oficiales confesaron a las compañeras que en el Hospital San Roque, el más grande de la provincia y dónde se internará a los pacientes con coronavirus, solo trabajarán tres personas de limpieza en cada uno de los siete pisos destinados a la internación. Una sobreexplotación que además implica un riesgo para los propios pacientes.

La patronal dispuso traslados y amenazas con despidos para quebrar un principio de organización de cientos de trabajadores precarizados, entre los que se encuentran mujeres jefas de hogar que además de sostener a sus familias con salarios de miseria ahora también corren el riesgo de convertirse en un canal de transmisión del virus hacia sus casas.

Desde la bancada del Frente de Izquierda, Soledad Díaz García ha iniciado una serie de presentaciones al Ministerio de Salud, el Ministerio de Trabajo y hacia el sindicato, para exigir que se dé respuesta efectiva a las demandas que realizan las y los trabajadores precarizados, que exponen su salud y la de sus familias para cumplir con las tareas de limpieza en los centros de salud en la ciudad.

Desde Tribuna de Salud rechazamos los aprietes e impulsamos la conformación de comités de todos los/as trabajadores/as de los hospitales para tomar en nuestras manos el control de las medidas de seguridad necesarias. Impulsando así la unidad del conjunto de los trabajadores de la salud, y en este sentido las hemos incluido en un petitorio para solicitar un bono de $10.000 para el conjunto de las y los trabajadores que estamos en la primera línea de la lucha contra esta pandemia.