Salud

9/10/2020

Córdoba: la pandemia bate nuevos récords con hospitales abarrotados

El gobierno no responde reclamos de trabajadores de la salud, una crítica situación sanitaria que se agudiza.

El cuadro epidemiológico de Córdoba es crítico. El ministro de Salud de la provincia, Diego Cardozo, reconoció que en los próximos días se conocerán aún más casos, dando cuenta del fracaso de la orientación sanitaria del gobierno para hacer frente a la pandemia. Sin embargo, quienes gobiernan no cambian su orientación, y los centros de salud están prácticamente colapsados.

Va quedando expuesto que la orientación con que el gobierno atiende la pandemia no responde a una estricta base sanitaria; sino que responde a la presión de los grandes grupos económicos, de ahí los resultados que comprometen la salud, y la vida del conjunto de la población.

En ese sentido, en los últimos días se han ido batiendo nuevos récords que van marcando una situación límite del sistema de salud público y privado. Todos los indicadores empeoraron: crecen los casos, hay cada vez más personal de salud que se contagió, más víctimas fatales, la ocupación de camas de terapia superó el 72% del total.

Solo en las últimas 24 horas se dio a conocer un nuevo récord de contagios por coronavirus, con 2.090 casos positivos en la provincia de Córdoba. También se informaron otros 18 fallecimientos más, lo que hace un total de 537 desde el comienzo de pandemia.

Además, en esta semana se conocieron los decesos de dos médicos terapistas y un bioquímico. La situación entre los profesionales es dramática, a partir de la alta exposición que tiene el personal de salud, producto del pluriempleo, y la saturación a la que están expuestos durante meses. Vale señalar que el faltante de personal médico viene desde antes de la pandemia.

No obstante, el ministro Cardozo dice que “no hay faltante de recursos humanos”. Pretende argumentar su afirmación con una precaria incorporación de personal que se demostró a todas luces totalmente insuficiente. Al ministro le pasará lo mismo que cuando decía que la situación estaba bajo control por el nivel de camas críticas, según él, era el índice con el que había que medir la situación.

Ahora que el nivel de ocupación de camas se aproxima al 100 % no hay profesionales para atenderlas. Se sabe, un respirador no hace una cama de terapia, se necesita instrumental y terapistas, que no hay, producto del vaciamiento del sistema de salud publicó, al que debe tenerse en cuenta el cupo y las restricciones en la Facultad de Ciencias Médicas.

Pero, en el sistema de salud privado la situación también es crítica. El ministro de Gobierno,  Facundo Torres señaló que “el sistema privado de salud está prácticamente colapsado para encontrar camas de terapia intensiva”. En esa línea, el presidente de la Asociación de Clínicas Privadas y director del Hospital Italiano, Juan Grass, declaró a Cadena 3 que las camas críticas de las clínicas privadas están al 90% de la ocupación

En Córdoba hay más cantidad de casos que cuando se decidió retroceder de fase, para proceder a robar las jubilaciones, meses atrás. Sin embargo el gobierno no cambió el rumbo, todo lo contrario lo profundiza, favoreciendo a las patronales privadas de la salud, en detrimento del sistema público.

Intervenir para evitar una crisis mayor

En el debate sobre retroceder o no de fase se debe tener en cuenta la necesidad de garantizar los recursos de bioseguridad, responder al reclamo de profesionales de la salud, y por supuesto garantizar la asistencia al pueblo trabajador, puesto que con hambre no hay cuarentena. Una vuelta de fase sin garantizar estas demandas elementales no sería una solución, sino una cobertura del gobierno para continuar en el mismo rumbo. Con la resolución de limitar la circulación nocturna, el gobierno busca presentarse activo, tomando medidas ante el crecimiento de la pandemia.

Pero el gobierno no sigue un criterio sanitario, sino el interés de los grandes grupos económicos, que presionaron para que los trabajadores vuelvan a sus puestos sin garantizar elementos de bioseguridad. Un ejemplo de esto es lo que sucede en el transporte público, las unidades circulan sin brindar protección, como si no habría pandemia. Además hubo un ajuste en las frecuencias, lo que produce una espera que favorece el amontonamiento en las paradas. Y si las personas alcanzan a subir, viajan sin que se garantice el distanciamiento social.

Además, Schiaretti no aseguró la asistencia de trabajadores en aislamiento. El Polo Obrero realizó toda una campaña bajo la consigna “con hambre no hay cuarentena”, y asistió a familias abandonadas dentro de los cordones sanitarios. Lo señalado vale para graficar que el abandono a la población ya tiene antecedentes.

La insistencia de quienes gobiernan en señalar que los contagios se producen en reuniones sociales, producto de una responsabilidad individual, deja de lado la responsabilidad patronal. En este punto, el gobierno pica en punta negando testeos y el aumento de salarios para el conjunto del personal de salud y trabajadores de limpieza. Otra vez, el Estado como principal agresor de los derechos de las y los trabajadores.

Es necesario rechazar la orientación con que el gobierno viene actuando, puesto que se pone en un riesgo mayor a la salud de la población. El planteo de centralización del sistema de salud, terminar con el pluriempleo, y responder al conjunto de reclamos del conjunto de trabajadores de la salud debe realizarse cuanto antes. Además, las medidas de bioseguridad en los lugares de trabajo deben ser controladas por las y los trabajadores mediante comités.

El próximo 15 de octubre profesionales de la salud realizarán una jornada de lucha. La medida autoconvocada va tomando fuerza en diferentes centro de salud de Córdoba. La intervención de la clase obrera en defensa de la salud de la población es la clave de la etapa, para que la crisis sanitaria y económica no la siga pagando la Córdoba que vive de su trabajo.