El subte es una zona crítica por el movimiento masivo del público y las condiciones generales de higiene, afectadas por la ventilación e iluminación restringida, presencia de mosquitos y contaminación ambiental. Hasta ahora las medidas preventivas, el alcohol gel, la desinfección etc., son más que deficientes en la mayoría de los sectores.

No solo se trata de la provisión de insumos sanitarios y elementos de protección, sino de la organización de los trabajadores para el cuidado de la población de riesgo, el sistema de licencias y las modalidades de trabajo.

Comenzando por el cumplimiento de las disposiciones oficiales, hay que relevar sector por sector la situación y necesidades de los compañeros: mayores de 60 años, embarazadas, diabéticos o con enfermedades crónicas compensadas, madres y padres de chicos en edad escolar. Enfocado no solo en la prevención del coronavirus, sino también de la epidemia de dengue que está extendiéndose de manera muy preocupante. Continuando con la modalidad y condiciones de trabajo como es en tráfico evitar totalmente el contacto con el público, también del personal comercial de estaciones. O restringir las tareas en zonas de condiciones higiénicas deficientes.

Sobre esta base observar las medidas generales que se tomen desde el gobierno para el transporte y evaluar su pertinencia o sus eventuales defectos en su aplicación al subte, que se transporta 1,5millones de pasajeros diarios.

Para todo esto, considero que es imprescindible la organización de la totalidad de los trabajadores por medio de asambleas de sector y formación de comisiones de seguridad e higiene en cada uno de ellos que controlen el cumplimiento de las medidas, hagan el relevamiento de las necesidades de los compañeros y planteen todas las iniciativas necesarias.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro tiene una responsabilidad insoslayable en poner en marcha este operativo y como conducción ponernos a la cabeza del mismo.