Salud

23/6/2020

Coto Lanús: 22 contagiados y sigue abierto

El hipermercado Coto está metido en un escándalo de alcance nacional producto de los contagios entre sus trabajadores, principalmente de la sucursal de Lanús. A partir de las denuncias que se replicaron por el abandono y maltrato de los trabajadores contagiados por parte de la ART y de la obra social del sindicato de comercio Osecac, y luego del video donde aparece Eduardo Búfalo, mano derecha de Alfredo Coto amenazando contra la clausura, la empresa fue tendencia en Twitter con #Coto.


La clausura de la sucursal no llegó, pero los casos confirmados van en aumento. El salto de 10 a 22 trabajadores confirmados con Covid-19 en tan solo cuatro días es un dato parcial, porque la demora en hisopar a los 400 trabajadores del Coto Lanús oculta la realidad. Ni hablar si se contabilizan los contagios a los familiares de los trabajadores que van a ir surgiendo con los días, ya que no dan camas de aislamiento para los contagiados sino que los mandan a sus casas y la demora profundiza la expansión.



La situación en el rubro comercio es dramática, y está generando reacciones, luchas y paros en diferentes supermercados. La responsabilidad de las empresas, por un lado, es inocultable. En el caso del Coto Lanús la patronal argumentó que el primer caso confirmado de coronavirus estaba de vacaciones, mientras mantenía el aislamiento, para evitar licenciar a los contactos estrechos. Esta acción criminal de Coto desató el contagio entre los trabajadores, favoreciendo la expansión del virus en la comunidad. Esta accionar flagrante no alcanzó para que el Municipio clausure el mercado que aún sigue abierto. Ni el gobierno de Kicillof que vocifera por cambiar de fase, ni el de Fernández que culpabiliza a la gente que sale de sus casas, actuaron ante este hecho que ha tomado amplio estado público, haciéndolos responsables también por la inacción. La orientación del gobierno es clara: no afectar intereses capitalistas, aunque no puedan ocultar el desarrollo ascendente de la enfermedad. En Quilmes la clausura de Coto duró un día, mientras sostienen la apertura de centenares de fábricas a pesar de los contagios en su interior.


Los atropellos de Coto contra los trabajadores -que son históricos- se agravaron en la pandemia, obligando a trabajar a algunos empleados que presentan factores de riesgo, descontando el 30% del salario a los que licenció por ese motivo, pagando el bono de $5 mil por carácter esencial de la tarea con un voucher que solo puede ser canjeado en Coto, entre otros.


El Secla (sindicato de empleados de comercio de Lanús), que hizo campaña electoral con Grindetti de la mano, aún no reclama el cierre completo de la sucursal, cosa que debió hacer hace días. Tampoco se puso al frente del reclamo de licenciamiento de los contactos estrechos ante el primer caso, para evitar esta situación de desastre. Son necesarias acciones de lucha en Coto y en todo el gremio para imponer a las patronales la defensa de la salud de todos los empleados de comercio.


Que se conformen comisiones de higiene electas por los trabajadores que elaboren un protocolo obrero, verifiquen su aplicación, y tenga poder de veto ante la negativa patronal de cumplir las condiciones sanitarias, o de licenciar a todos los trabajadores correspondientes. La defensa del salario, la salud, y las condiciones de trabajo solo pueden garantizarse con una orientación independiente del gobierno y las patronales.