Salud

4/4/2021

CORDOBA

Despidos en salud: el ministro Cardozo miente para amedrentar y garantizar el ajuste

El ministro de Salud cordobés, Diego Cardozo, recurre a mentiras diciendo que no llegan a 30 lxs trabajadorxs cesanteados en salud (mediante bajas de contrato) e intenta responsabilizar por ello a los propios trabajadores, que en algunos casos tienen hasta 10 años de antigüedad, aludiendo a un supuesto mal desempeño.

Dentro de los cerca de 80 trabajadores notificados de despido mediante el sistema Ciudadano Digital (Cidi) hay personal con dispensas y hay contratados con años de antigüedad. Córdoba se encuentra ya en alto riesgo sanitario, por lo tanto, es un hecho más que grave que se deje sin trabajo a quienes hace más de un año están en la primera línea frente a la pandemia de Covid-19, con escasos elementos de protección personal y a medio vacunar. Son quienes desde hace mucho más tiempo sostienen la atención dentro de hospitales totalmente vaciados, con faltante de personal, insumos y con graves problemas de infraestructura. Si hay alguien que evidencia el mal desempeño y tiene que dejar su puesto es el propio ministro, tal como le exigían les trabajadores a fines del año pasado con el #FueraCardozo.

La línea disciplinadora del gobierno no es novedosa; no olvidemos la  imputación al médico de Saldán por los contagios en el geriátrico de dicha ciudad; cómo se avanzó con traslados compulsivos en el Hospital de Niños, o los despidos en el Hospital Sayago de Carlos Paz. Toda una política que tiene como único objetivo sostener un sistema de salud precario, totalmente desfinanciado y en el que se garantizan los negociados privados, con trabajadores precarizados y salarios de miseria.

Según el propio Cardozo, la baja de contratos LAR (de corto plazo e irregulares) se reemplazarían pero sin especificar bajo qué condiciones laborales. Aproximadamente 2.500 trabajadores que se incorporaron en pandemia se encuentran con contratos sumamente precarios e incluso hay una cantidad de trabajadores a los que se les adeudan meses de salario. El ministro tampoco dice que con esas incorporaciones no alcanza para cubrir el faltante histórico de más de 6.000 agentes de salud que se arrastra desde hace años.

No es casual que esta arremetida se dé justo cuando en varios hospitales provinciales se reactivaron las asambleas ante la inminente segunda ola, donde el reclamo más sentido es el problema salarial, ya que son trabajadorxs bajo la línea de pobreza los que están haciendo frente a la pandemia. La respuesta no es una mejora en cuanto a infraestructura o e el nombramiento de personal, sino despidos.

Frente a esta nueva avanzada del gobierno, es fundamental  concluir en la unidad del conjunto de lxs trabajadorxs de la salud. Impulsar y fortalecer las asambleas hospitalarias para unificar un plan de lucha que comience con un contundente paro el próximo jueves 8 de abril, por la inmediata reincorporación de lxs compañerxs despedidxs y el pase a planta permanente; por un básico de $70.000; por insumos e infraestructura; contra la precarización laboral. Será la punta de lanza de una lucha que no puede cesar hasta ganar. Es la perspectiva que impulsamos desde Tribuna de Salud.