Pocos días atrás, el Hospital Erill de Escobar fue noticia al conocerse la irrupción de una patota para quebrar una asamblea que los trabajadores realizaban con motivo de los graves problemas que atraviesa el hospital. Según denunció la Cicop, sindicato que agrupa a los profesionales de la salud, la acción de la patota vinculada a la gobernadora Vidal se da en medio de graves denuncias de vaciamiento e inseguridad que los trabajadores viven a diario. ​

Días antes de la acción de la patota, los trabajadores redactaron una carta dirigida a Vidal y al Ministro de Salud, Andrés Scarsi, denunciando un absoluto vaciamiento que se combina con una elevada demanda de la población. Se trata de una bomba de tiempo que ya tuvo varios episodios de violencia de los pacientes hacia los médicos, donde se descarga contra el hospital y sus trabajadores la furia de un sistema de salud colapsado que tiene como responsable al Estado. Insultos, amenazas de muerte y golpes son moneda corriente contra los trabajadores profesionales y no profesionales. ​

Un hospital en ruinas​

En un informe realizado por el Dr. Walter Paz de la Dirección provincial de Hospitales a fines de 2018 se ratifica las denuncias de los trabajadores: riesgo de electrocución para médicos y pacientes, peligro de incendio elevado y ausencia de mecanismos de evacuación, elevado riesgo estructural en zonas de trabajo e internación con peligro de derrumbe, inexistencia de calefacción y en verano se utilizan ventiladores que aumentan el riesgo de diseminar enfermedades, entre otras cosas. Asimismo, la falta de personal es alarmante y se agrava con las renuncias del personal agobiado por salarios de miseria (un médico que recién ingresa está por debajo de la línea de pobreza) y constantes situaciones de violencia e inseguridad. El personal administrativo en su enorme mayoría está en negro y cobra 75 pesos la hora, sin aportes jubilatorios y cobertura social. ​

​Demagogia municipal​​

El intendente Ariel Sujarchuk, habida cuenta del colapso sanitario, desarrolló centros de atención primaria en varios puntos del distrito obteniendo el apoyo total de la propia Vidal. Se trata, ni más ni menos, de la tercerización de las responsabilidades provinciales en materia de salud en centros de atención primaria igualmente vaciados con falta de personal, camas de internación y salarios por debajo de la línea de pobreza, al igual que en el hospital provincial. La "defensa del hospital" que pregona Sujarchuk se limita a la donación de parte de su sueldo y la realización de colectas solidarias. Una curita para un enfermo terminal.​​

Una salida a la crisis​

El 4 de junio los trabajadores nucleados en la Cicop fueron al paro ante la falta de respuesta del pliego de reivindicaciones. Es necesario desarrollar la continuidad de las medidas para la plena satisfacción de los reclamos: nombramiento de todos los cargos faltantes, incremento urgente del presupuesto para salud y la designación de personal de prevención ante los constantes episodios de violencia que sufren los trabajadores. Tribuna Estatal y la Lista Naranja de ATE colocará todos sus esfuerzos en esta tarea. Vamos por ello.​