El jueves pasado falleció Cristina Lorenzo, de 62 años, enfermera del Hospital Central de San Isidro y activista histórica de ATE en el distrito, a causa de Covid-19.

La responsabilidad del Municipio, dirigido por el intendente Gustavo Posse es total. Cristina formaba parte del grupo de riesgo, ya que padecía Epoc, sin embargo, no se le fue otorgada la licencia correspondiente y continuó desempeñando sus tareas en el hospital, exponiéndose al contagio.

A su vez, son recurrentes las denuncias del personal de Hospital de San Isidro ante la falta de equipos de protección personal para resguardarse del coronavirus, dado que los contagios entre los trabajadores del hospital viene en aumento.

Resulta fundamental la puesta en pie de comisiones de seguridad e higiene conformada por trabajadores del hospital que hagan cumplir los protocolos sanitarios. Planteamos la triplicación del presupuesto de salud, el cumplimiento de las licencias pagas, el pase a planta permanente y salario mínimo igual a la canasta familiar del personal de Hospital. Es necesario desenvolver un plan de lucha de los trabajadores de salud de San Isidro en torno a estas demandas.

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