A través de su Comisión Interna los trabajadores del Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires denunciaron que “hay 5 trabajadores infectados y los casos se multiplican por negligencia de la gestión del Hospital, ya que desestimaron todas las advertencias que les hicimos: le negaron licencia a una trabajadora que vino de viaje; demoraron días los testeos y aislar el servicio de laboratorio donde hubo casos positivos. Increíble, todo por seguir facturando sin importar las consecuencias”.

A esto se suma que las ART niegan las licencias por el Covid-19 porque no la reconocen como una enfermedad de riesgo, lo que ha llevado a que los trabajadores hayan resuelto presentar un recurso de amparo.

En el comunicado se informa que “exigimos que la gestión empresarial del Italiano testee a todo el personal del hospital de forma inmediata, que provea de todas las medidas de seguridad al personal, que garantice licencias pagas al 100 %, y nos integre al Comité de Crisis del hospital, ya que somos el 99 % de los que garantizamos todo y no se nos tiene en cuenta. Es muy grave”.

La denuncia de los trabajadores del Italiano no es la única. La violación de los recaudos de protección de los trabajadores de la salud existe también en los hospitales públicos como lo reflejaron las enfermeras del Hospital Pirovano frente a las cámaras de televisión.

Descuidar a los trabajadores de los equipos de salud es un peligro para toda la población.

El gobierno dice que privilegia la vida pero deja a hacer a las patronales, la única garantía es que la cuarentena tenga un control popular, con comisiones elegidas en los lugares de trabajo, en los centros de salud que determinen las medidas a tomar para protección de trabajadores y pacientes.