Tras conocerse 11 casos de Covid-19 en el Hospital Córdoba, de la ciudad de Córdoba, se bloquearon accesos al primer piso y se suspendieron la actividad ambulatoria y las cirugías no programadas que no fueran de urgencia. A la fecha, hay seis trabajadores de salud y cinco pacientes que dieron positivo. Cabe recordar que el primer contagio fue informado el pasado sábado, en un paciente de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que se cerró, trasladándose a las personas internadas al Polo Sanitario.

A lo sucedido en el Hospital Córdoba hay que agregar la situación en el Rawson, en donde se registraron 18 trabajadores de la salud contagiados. El crecimiento de contagios de trabajadores de la salud agrava aún más la situación del ya endeble sistema sanitario cordobés, para dar batalla a una pandemia que viene en pleno ascenso en la provincia.

En declaraciones a Radio Mitre, el director del Hospital, Guillermo Moisés Azize, afirmó: “En total tenemos once casos, cinco corresponden a pacientes y seis de trabajadores del Hospital, cuatro de ellos pertenecen a la Unidad de Cuidados Intensivos, una médica que pertenece a la unidad coronaria diagnosticada ayer a la tarde y la última es una residente médica de hematooncología que creemos que tiene relación con los casos de la UCI”.

En este cuadro, los consultorios externos y las actividades no urgentes fueron suspendidos, al menos por una semana, para permitir el trabajo de investigación epidemiológica en la institución. Además de generar un escenario de baja circulación para poder efectuar alrededor de 500 testeos.

Respecto del inicio del brote, el director del hospital consideró que, en el caso de una enfermera, es esposa de un chofer de colectivos infectado, que le habría trasmitido el virus. Los contactos estrechos explicarían los casos, salvo uno de los contagios que aún está en estudio epidemiológico.

A la luz de los hechos, vale concluir que si se hubiesen garantizado los testeos que reclaman les trabajadores otra sería la situación. El cierre del nosocomio deja a la población de la zona norte de la ciudad sin acceso a uno de los hospitales de referencia, reasignando turnos a partir de la semana que viene. Turnos que se esperan durante meses por el ya golpeado sistema sanitario.

Como venimos señalando desde Tribuna de Salud, la política del gobierno provincial es absolutamente contraria a los intereses de les trabajadores. Desde el inicio de la pandemia advertimos como inviable la separación de hospitales limpios y hospitales Covid-19, ya que en un cuadro de un virus incontrolable, cualquier paciente con síntomas compatibles o asintomático que asista a cualquier centro de salud es un potencial caso positivo. Va en ese sentido la exigencia de proveer al conjunto de les trabajadores de los elementos de protección personal  de calidad y en cantidad suficiente.

Por esto es necesaria la realización de testeos y el diagnóstico periódico a todos los trabajadores hospitalarios de la provincia. Además, es urgente el llamado a completar el personal que falta, no de ahora sino de años de no cubrir altas por bajas. Y, por supuesto, les trabajadores deben tener un aumento salarial de emergencia que pueda evitar el pluriempleo.

Lejos de garantizar éstas medidas, el gobierno recorta los testeos, congela las paritarias, no contrata personal y encima cierra servicios que no habilita en otros hospitales. De ese modo, Schiaretti deja a la población sin asistencia médica.

Les trabajadores de salud debemos organizarnos para frenar estas políticas de ajuste. Batallar por la centralización del sistema de salud para evitar que los negociados del gobierno den el tiro de gracia sobre un sistema de salud ya devastado. Vamos por una gran jornada de lucha nacional en defensa de la salud pública el 20 de agosto.