El Hospital Elizalde (ex Casa Cuna) inició su jornada del martes 19 con el servicio de cirugía cardiovascular cerrado por presentar un caso de Covid-19 positivo en la madre de un paciente internado. 

Esto significó el cierre de uno de los pocos servicios de cirugía cardiovascular pediátrica de hospitales públicos de Caba y se debió aislar a todos sus trabajadores e hisopar a los contactos estrechos (tanto trabajadores como madres y pacientes). Durante el día se vieron obligados a cerrar el servicio para desinfección y derivar a los pacientes a terapia o salas según su complejidad. Sin embargo, esto no es una regla general dentro del hospital que ha tenido manejos desprolijos en otros casos. Un ejemplo es el caso de una enfermera que hoy se encuentra internada con Covid-19 positivo, pero sin embargo no se aisló ni estudió a sus compañeres de trabajo ni pacientes.  

Si bien dentro del hospital se trabaja con EPP (muchas veces escasos o de mala calidad), quienes trabajamos atendiendo pacientes pediátricos nos enfrentamos a la dificultad de vincularnos con nuestros pacientes y  también con sus cuidadores, quienes no son tomados en cuenta en el triage. 

En este momento de flexibilización de la cuarentena y el veloz aumento de los casos positivos, especialmente en barrios vulnerables, es necesario ampliar testeos para pacientes, sus contactos cercanos y trabajadores de la salud, subir el presupuesto para EPP y el aumento salarial de emergencia para todo el personal de salud.