Salud

23/6/2021

La “eficiencia” del sistema de salud de Santa Fe:¿espejismo o realidad?

El Covid 19 destapó la olla y derrumbó el mito del sistema público mostrando que el Partido Socialista, y ahora el PJ, permitieron el copamiento capitalista de la salud.

En los últimos días, la nueva presidenta del Partido Socialista, Mónica Fein, empezó su campaña hacia las elecciones con una serie de entrevistas en medios nacionales, que la colocan como una de las candidatas de “avenida del medio” que el Partido Socialista busca armar con el gobernador de Córdoba Schiaretti y con Florencio Randazzo.

La carta de presentación de la exintendenta de Rosario se centra, entre otras cosas, en el “eficiente sistema de salud que tiene Santa Fe”, que fue reformado con el exgobernador Binner a la cabeza.

Pero, ¿esta eficacia es real? Con la llegada del Partido Socialista (en un frente con la UCR) al gobierno, allá por 2007 cuando Reutemann perdió la provincia, el sistema de salud de Santa Fe se reformó en varias etapas, primero en Rosario y después en la provincia. La reforma consistía a grandes rasgos en la “descentralización” de la atención de los grandes centros de salud, a una organización de “nodos” que en teoría permitirían descomprimir esos grandes centros, los cuales se supone estarían preparados para atenciones a problemas complejos de salud –léase en la actualidad internaciones por Covid-, haciendo que las atenciones menores se realicen en una zona más cercanas. Por otro lado, esos mismos nodos a su vez contaban con equipos interdisciplinarios de trabajo que reunían a profesionales de varias áreas que garantizarían una atención completa, no solo en salud primaria, sino también psicológica y de acompañamiento ambulatorio.

Este relato idílico chocó con la realidad a partir la crisis sanitaria desatada con el Covid 19, que tiró por la borda el planteo levantado durante años por el Frente Progresista y ahora también, por el gobierno del PJ.

Los números oficiales, anunciados por el propio gobernador Omar Perotti en su discurso de inicio de las sesiones de la legislatura provincial, dieron cuenta de la verdadera situación sanitaria provincial, admitiendo que el 73% de las camas de terapia intensiva corresponden a las clínicas privadas. Y esto en el mejor de los casos, ya que contabilizó nuevas camas de cuidados intensivos -de dudosas condiciones- creadas durante la pandemia. La estadística publicada en diversos medios de comunicación indica que Santa Fe cuenta con 4,7 camas cada mil habitantes, no solo demuestra la insuficiencia (la recomendación es de 8 a 10 camas cada mil habitantes), sino que oculta que esta cifra se alcanza cuando se suma el sector privado que es el mayoritario.

El Covid 19 destapó la olla y derrumbó el mito del sistema público mostrando que el Partido Socialista, y ahora el PJ, permitieron el copamiento capitalista de la salud. El inmenso crecimiento de grupos empresariales privados (como el grupo Oroño de Rosario y Tita SA), contrasta con el brutal vaciamiento de los hospitales públicos, tanto provinciales como municipales.

La “descentralización”: un modelo de precarización laboral

Los centros de salud del que Mónica Fein hace gala tienen arraigada la precarización de todo tipo. Siprus (Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud) denuncia que 1.500 profesionales de Rosario se encuentran completamente precarizados. A fines del año pasado, AMRA (Asociación Médicos de la República Argentina) destacó en un relevamiento realizado, que en los sanatorios el 100% de los médicos trabajan en negro. La superexplotación y flexibilización laboral, la necesidad de contar con más de un trabajo por los bajos salarios, la falta de elementos de bioseguridad hicieron que durante el 2020 el índice de mayores contagios de Covid corresponda al personal de salud, que a más de un año de la pandemia aún hoy no ha sido inoculado en su totalidad.

Por otro lado, los centros de salud barriales, municipales y provinciales sufrieron aún más el recorte en los últimos años. Sus trabajadores denuncian no tener el personal ni los insumos suficientes para darle respuestas de calidad a los vecinos, y que en muchos casos cuentan con un solo médico para más de 5 mil historias clínicas y otro médico pediatra para 2 mil historias clínicas de niños.

Además, debemos sumarle que a los centros de salud de los barrios concurren las familias obreras desocupadas y precarizadas de la provincia, que en su mayoría viven en condiciones de hacinamiento. Esto, que no parece formar parte de un plan de salud, debe ser un derecho elemental para cualquier gobierno que dice tener un sólido sistema de salud. Las enfermedades comunes y las más complejas se propagan con mayor rapidez en condiciones de estas características;el Covid dio una lección en este sentido, mostrando que la falta insumos, de higiene como jabón, lavandina, alcohol propicia el desarrollo del virus.

Vacunas hay, pero no las ponen

Lejos de modificar la crítica situación del sistema de salud de Santa Fe, el PJ se escuda tras el mismo lema que el gobierno anterior. Sin embargo, la provincia continúa con un alto índice de contagio de covid, demostrando que no se prepararon las condiciones para esta segunda ola. En Prensa Obrera dimos cuenta de esto en diversos artículos: internaciones colapsadas, médicos agotados y sin recursos, personas muriendo en las casas.

La salida que había anunciado Perotti con la vacunación viene a cuentagotas. Al momento se han aplicado 1.476.083 vacunas, solo 300.155 en dos dosis, para una población de 3 millones de habitantes. Pero el gobierno cuenta con 110.000 dosis más de vacunas que descansan en algún depósito de la provincia, revelando que la campaña, a más de un año de comenzada la pandemia, con el tiempo necesario para capacitar al personal, armar centros de vacunación y organizar la logística de aplicación ha fracasado rotundamente.

Lo que sí ha proliferado son los listados de vacunados Vip, que salpican desde el intendente de Rosario, Javkin, hasta funcionarios del PJ.

Por una reforma de los trabajadores al sistema de salud

El espejismo del “eficiente sistema de salud de Santa Fe” es uno de los caballitos de batalla de la campaña de la “avenida del medio” que propone el Partido Socialista, sin embargo, el balance es lapidario.

Justo en el momento en que el kirchnerismo amaga con una reforma de salud, los trabajadores debemos discutir una reforma propia, que solo será posible con la organización en las calles, la cual debe comenzar con la centralización del sistema de salud para hacerle frente a la pandemia, y hacia adelante pelear por un sistema de salud estatal único, gestionado democráticamente por sus trabajadores, que barra con los negociados privados que han permitido todos los gobiernos, en complicidad con las patronales de la salud y la burocracia sindical.