Salud

3/12/2018

“La salud pública en la provincia está devastada”

Entrevista con Aníbal Aristizabal, médico y presidente de la Cicop del Hospital Fiorito, donde está cerrado el servicio de Neonatología y en riesgo el de Pediatría.

La situación del Hospital Fiorito de Avellaneda, uno de los más grandes de la Zona Sur bonaerense, es una postal de la crisis que atraviesa la salud en la provincia. Días atrás, la seccional de la Cicop (gremial bonaerense de profesionales de la Salud) en la institución denunció que el servicio de Pediatría está en riesgo, mientras que el de Neonatología directamente se encuentra cerrado.


Con Aníbal Aristizabal, presidente de la Cicop-Fiorito y médico internista del hospital, dialogamos sobre las causas de esta situación y las políticas de ajuste de María Eugenia Vidal y sus antecesores.


Aníbal, ¿cómo es el panorama en Pediatría?


AA: Hay una problemática grave de recursos humanos en el servicio de pediatría, que no es nuevo, pero hubo un éxodo de profesionales que redujo el equipo a siete integrantes. Esto dificulta el sostén de la atención, que implica consultorios externos, guardia, internación, un shockroom pediátrico. Con un solo profesional en la guardia, es muy difícil sostener y mantener condiciones laborales y de seguridad mínimas para los trabajadores. Es un camino de ida al “burnout” [síndrome de desgaste profesional].


Decís que hubo un éxodo de profesionales…


Claramente. De hecho, cuando el viceministro Busso [Leonardo, de Salud bonaerense] dice que esta gestión nombró más profesionales que otras en los últimos 10 años, tal vez no se equivoque, porque es cierto que se han nombrado profesionales jóvenes. El problema es que así como vienen, se van. El hospital público es una puerta giratoria. Estadísticamente, son muy pocos los que se quedan más de 10 años. Porque las condiciones se vuelven muy adversas, inhóspitas y no hay manera de competir con el sector privado, con recursos, con condiciones de seguridad mínima en el lugar y con un salario que a veces hasta duplica al del ingresante al sector público. La diferencia salarial es muy significativa. Pero además un trabajador de la salud no vive solamente del salario, sino también de una realización profesional, que tiene que ver con trabajar en ciertas condiciones y sentir que brinda una respuesta a la comunidad. Y eso es cada vez más difícil en el sector público. Entonces muchos no eligen al hospital público como un lugar para desarrollar toda su carrera profesional. El panorama es desolador.


Y el cierre de Neonatología, ¿es parte del mismo problema?


Sí, tiene que ver con salarios y con condiciones de trabajo. En el sector privado se paga muchísimo mejor una guardia de Neo. Esto es un problema que el Ministerio no soluciona. Siempre lo decimos, el voluntarismo no va a resolver lo que la política no resuelva. Los servicios de Neonatología en el sector público de salud están devastados. La gobernadora [María Eugenia] Vidal se comprometió allá en el 2015, cuando estaba haciendo campaña, que iba a ser una de las cosas que iba a resolver. No resolvió nada.


¿Qué les transmitirías a los trabajadores de Salud?


Que tenemos que dejar de perder terreno. Tenemos que luchar contra el concepto de autogestión hospitalaria, que encierra la CUS [Cobertura Universal de Salud] y los planes Nacer y Sumar, caballitos de batalla del kirchnerismo. Contra este concepto delirante de que los hospitales tienen que generar ganancia, cuando lo que tienen que hacer es brindar un servicio a la comunidad. Y para eso necesitamos profesionales comprometidos con la defensa de la salud como un derecho y la defensa del hospital como un lugar de trabajo, en el que se tienen que dar condiciones de higiene y seguridad mínimas, que permitan un desarrollo fructífero de nuestra labor. Que no nos lleve a una alienación, a una enfermedad, a la muerte, a la miseria, a la desgracia, a la tristeza, sino todo lo contrario. Pero para eso hay que encarar un proceso de lucha y de compromiso con estas banderas, que son las del hospital público, de calidad, igual para todos. En este sentido, la vinculación con la comunidad es estratégica, porque los trabajadores de los Hospitales no somos suficiente para llevar adelante esta lucha, el compromiso tiene que ser de toda la comunidad, de todos los que usan el Hospital. Por eso, acá en el Fiorito tenemos un espacio que hemos denominado “asamblea de pacientes, trabajadores y vecinos del Hospital Fiorito” que nos reunimos todos los primeros martes de cada mes en la sede de la Cicop.


¿Algún otro aspecto que quieras destacar?


Sí. No quiero cerrar sin mencionar que la gobernadora está presentando un proyecto de presupuesto 2019 de salud que es el más bajo de los últimos 20 años. Los fondos para los hospitales públicos de toda la provincia van a ser menos de los que van a IOMA [obra social de trabajadores bonaerenses]. Así es difícil encontrar una respuesta satisfactoria. Vuelvo a lo mismo: la “voluntad” de los profesionales no va a resolver lo que no resuelve la política. Por todo eso, tenemos que organizarnos.