Moreno es, hasta el momento, el municipio con más casos de covid-19 con 28 confirmados y 41 sospechosos. Isabel, que transita su primer año de residencia en clínica médica del Hospital Mariano y Luciano de la Vega, nos describe el crítico panorama sanitario que le toca vivir en carne propia.

De estar atendiendo normalmente en sala, pasó a atender los primeros casos de coronavirus los días 14 y 15 de marzo y se contagió por estar en contacto con ellos. Es que los médicos residentes y enfermeros son el primer anillo de atención del hospital, totalmente desprotegidos, en muchos casos sin preparación y sin los elementos de bioseguridad correspondientes (camisolines, guantes, barbijos).

A partir de su contagio, ni los directivos del hospital ni funcionarios municipales ni provinciales se comunicaron con ella. Un aislamiento total, físico y psicológico. Solo mantiene un contacto con sus compañeros de trabajo.

El relato de Isabel muestra cómo los trabajadores de la salud son colocados en la primer línea de lucha frente al coronavirus en condiciones de precarización laboral, con salarios que no llegan al valor de la canasta básica familiar, y en el caso de los médicos residentes cubriendo guardias que sobrepasan las 24 horas, lo cual aumenta su exposición por el cansancio extremo.

A ello se suma la falta de insumos que trabajadores y pacientes del Hospital de Moreno denuncian hace años. Este vaciamiento es más grave si se tiene en cuenta que es el único hospital para 700.000 habitantes, que por fuera solo cuentan con dos clínicas para todas las obras sociales -que son constantemente denunciadas por mala praxis- y una maternidad exclusiva para casos de baja complejidad.

Todo esto sucede mientras la mayoría de los habitantes vive en condiciones de hacinamiento, con malas condiciones de higiene debido a la falta de agua, de recolección de residuos y a la contaminación de los arroyos por parte de las fábricas. A eso se suma una educación también en ruinas, en el distrito de Sandra y Rubén.

La única manera de hacer frente al virus preservando la salud de los trabajadores es procediendo a la unificación y centralización del sistema de salud -hospitales públicos, clínicas privadas y obras sociales- bajo la dirección de comités de médicos infectólogos, sanitaristas y representantes de los trabajadores, siguiendo una misma línea en nación, provincias y municipios.

Urge además la triplicación del presupuesto de salud, otorgar a los trabajadores de la salud un salario acorde a la canasta básica por una jornada laboral que no supere las 6 horas o las 12 horas de guardia, para garantizar un descanso.

Desde el Partido Obrero llamamos a los trabajadores y vecinos a organizarnos para luchar por estas reivindicaciones.