Salud

6/8/2021

Prepagas: luego de los aumentos, más de la mitad de los usuarios busca planes más económicos

Un informe de la plataforma Elegí Mejor advierte que el 56% de las personas que tienen contratados servicios de medicina privada están considerando cambiar de plan por uno más económico debido a las subas en las cuotas. Los últimos aumentos, autorizados una semana atrás, elevan el acumulado a 40,5% para 2021 y a 50% anual si consideramos el 9% que se sumará a principios de 2022. De esta manera, el plan familiar para 4 personas más económico rondará los $20 mil, mientras que uno premium puede llegar a casi $50 mil.

Según los privados, los aumentos responden al desfasaje del 60% entre ingresos y egresos que tuvieron durante la pandemia. De esta manera, trasladan los costos de la crisis sanitaria a los afiliados y sus trabajadores, a quienes utilizaron de rehén para arrancar los últimos incrementos. Sin embargo, no hay balances públicos que comprueben los números en rojo que el sector dice tener, aunque sí se sabe que el gobierno le dio subsidios de todo tipo (como el ATP y el Repro II) y diversos beneficios, como la reducción de los aportes patronales durante gran parte del 2020.

Lo cierto es que los sucesivos aumentos en las cuotas no significaron una mejora en la atención, sino todo lo contrario. Durante el 2020 y bajo la excusa de la pandemia, las prepagas redujeron los servicios y hasta fueron denunciados por los trabajadores de la salud por reducir la cantidad de camas y respiradores, insumos críticos para tratar los casos graves de coronavirus. El vaciamiento durante el último periodo fue tan profundo que llevó al cierre de al menos 13 clínicas privadas en la Provincia de Buenos Aires, que en su mayoría atendían adultos mayores afiliados a PAMI.

Por su parte, el gobierno dio rienda suelta a los aumentos y miró para otro lado cuando los privados transfirieron el peso de la crisis a los bolsillos de sus trabajadores al entregarles una paritaria de miseria del 45% que se cumplirá “solo si los aumentos se vuelven efectivos”.

En un escenario de crisis económica y ajuste al salario, para los trabajadores termina siendo insostenible pagar mes a mes cuotas de los servicios privados de salud y otros elementos básicos como comida y vivienda, algo que se agudiza aún más si se tiene en cuenta el contexto inflacionario general. Es por esto que desde el año pasado se vive un éxodo de afiliados que se ven obligados a darse de baja de su prepaga y trasladarse a su obra social o al sistema de salud público. Este último tuvo que soportar la carga extra sin un reforzamiento y con un 10% de reducción estipulado en el presupuesto 2021.

De fondo se encuentra la crisis del sistema sanitario, que viene siendo desfinanciado año tras año en detrimento de la atención de la población y las condiciones laborales de sus trabajadores. El gobierno se negó a centralizar el sistema de salud, una medida que podría hacerle frente a la situación si se acompaña de un aumento presupuestario, de manera que se garantice el acceso a la salud pública de todos los trabajadores.

 

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