Salud

19/4/2020

Residentes y concurrentes de CABA: nuestro trabajo es “esencial”, nuestros derechos no

La asamblea de residentes y concurrentes de CABA lanzó un empadronamiento de trabajadoras y trabajadores para exigir las licencias por embarazo, cuidado de familiar y grupos de riesgo.


A partir del decreto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio aumentó la preocupación entre lxs trabajadores de salud a los cuales se les niega el acceso a la licencias por embarazo, por presentar factores de riesgo, por cuidado de cónyuge o familiar enfermx y causas de fuerza mayor. Frente a la gran cantidad de casos de familias monoparentales o en las que ambos tutores son trabajadores esenciales, cobra especial importancia que se efectivicen las licencias por cuidado de hijxs. El Estado se niega a asignar esas licencias, dejando desamparados a los menores de edad.


La pandemia en curso nos encuentra en plena vulnerabilidad. No contamos con los equipos de protección personal, dependemos de donaciones y de insumos que compramos con nuestros ingresos, si es que podemos. Sin indumentaria adecuada, estamos expuestxs a la enfermedad y a contagiar a nuestras familias.


La situación se agrava con lxs concurrentes, mientras el Estado abre una convocatoria de voluntarixs para atender la pandemia, en CABA ya existen 1.400 trabajadores calificadxs que desempeñan sus funciones sin salario ni ART.


Frente a esta problemática la Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad ha lanzado el empadronamiento de todxs aquellxs trabajadores que requieran la licencia, con el fin de realizar una denuncia colectiva.



La pandemia agrava la opresión contra las mujeres


Los datos relevados por la Asamblea de RyC muestran que el 95% de lxs trabajadores que requiere la licencia son mujeres y que el 73% la solicita por cuidado de hijx. Queda de manifiesto el rol de jefas de hogar que tenemos las trabajadoras y que no somos inmunes a la opresión general que vivimos las mujeres.


Además de nuestro trabajo formal, recaen sobre nuestras espaldas el cuidado de nuestrxs hijxs y las tareas domésticas, lo cual resulta un agravante en las familias monoparentales. Como resultado de la creciente inflación y las paritarias a la baja, un gran porcentaje de las trabajadoras de salud, se ve obligado a sostener dos empleos para poder llegar a fin de mes.


Existen casos de compañeras con denuncias de violencia de género: frente a la urgencia de tener que continuar con su trabajo y al no encontrar quien cuide a sus hijxs han tenido que recurrir a su agresor, poniéndose en riesgo ellas y a los menores. A pesar de presentar los requisitos formales para solicitar las licencias, e incluso exponiendo por escrito las situaciones de violencia, la respuesta de las direcciones hospitalarias fue negarles la solicitud. En sintonía con las autoridades institucionales, la Asociación de Médicos Municipales consideró a las afectadas como “soldados” que debían responder frente a una pandemia. Se trata de una política de revictimización de las compañeras, poniendo en riesgo su integridad física y mental. No somos soldados. Somos trabajadoras con derechos que deben ser garantizados.


Ante la inacción de los gremios que no defienden los intereses del conjunto de lxs trabajadorxs, es imperioso que se extienda el empadronamiento de todxs lxs que lo requieran. El Estado debe otorgar las licencias al personal que las solicite, protegiendo el derecho de lxs niñxs a ser cuidadxs. Se deben garantizar los elementos de protección personal para todxs los trabajadorxs de salud, el salario y la ART para lxs concurrentes. Es necesario centralizar todos los recursos del sistema de salud público, privado y de las obras sociales para enfrentar la pandemia en curso.