Salud

1/6/2021

Santa Cruz: la peligrosa arbitrariedad de los indicadores epidemiológicos

El semáforo del ministro de Salud santacruceño arroja resultados distintos del nacional y nadie sabe cómo funciona.

El DNU en vigencia del pasado 1º de mayo, firmado por el presidente Alberto Fernández, establece criterios objetivos para determinar la existencia de zonas de riesgo bajo, medio, alto y de alarma epidemiológica. No compartimos esas medidas del gobierno nacional, aunque al menos sabemos de qué se trata. En cambio, el Decreto 467/21 de Santa Cruz dice que “el Ministerio de Salud y Ambiente de la provincia elaboró una nueva estrategia de evaluación de la situación epidemiológica en base a índices ajustados por población…”. Para después aclarar que “la estrategia propuesta (…) tomará en consideración los indicadores epidemiológicos clásicos de tasa de reproducción de la enfermedad, ajustado a la cantidad de personas que viven en cada localidad…”.

Por otra parte, precisa que “se utilizará el indicador epidemiológico “R” (razón de casos de los 15 días previos) en las localidades (…) y el porcentual poblacional de casos activos al momento del análisis, que se efectuará y analizará semanalmente”. “Que de la aplicación de esos indicadores referenciales surgirá la parametrización del Índice Epidemiológico Ajustado por Población (IEAP), que se clasificará del siguiente modo”:

1) Riesgo Bajo: 0 a 0,5.

2) Riesgo medio: 0,5 a 2.

3) Riesgo alto: 2 a 3,5.

4) Alarma epidemiológica y sanitaria: mayor a 3,5.

¿De dónde salen esos índices? ¿Cómo se realiza la operación que determina esos números? Es un misterio. Luego, los considerandos continúan: “Que este esquema (…) resulta acorde a la composición geográfica de la provincia, ajustándose a la situación sanitaria de cada localidad, en consonancia a los parámetros establecidos por el Estado nacional y en función a lo consensuado en la reunión celebrada entre los gobernadores y gobernadoras y el titular del Poder Ejecutivo nacional”.

Concretamente: los parámetros aplicados por Nación no coinciden con los que establece la provincia, de la que tampoco se conoce el modo en que construye su “índice” o “semáforo” de riesgo sanitario. Veamos el ejemplo de los índices al 28 de mayo, anunciados por el gobierno provincial, y comparemos con lo que surgiría de aplicar los índices nacionales.

Los dos índices nacionales son “R” (razón) e “I” (incidencia). Donde “R” es el cociente de la cantidad de casos de los últimos 14 días respecto de los 14 días anteriores. Y donde “I” es la cantidad de casos acumulados de los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes.

Se agrega que cuando se supere el número de 500 casos cada 100.000 habitantes o cuando se supere el 80% de ocupación de camas UTI se considera Alarma Epidemiológica y Sanitaria.

Fuente: Informes “Saber para Prevenir” MSyA Pcia. de Santa Cruz. *Los casos para Caleta Olivia excluyen positivos detectados en Ramón Santos; Acceso Norte y Terminal de Ómnibus. ** Los casos para Río Gallegos excluyen positivos detectados en Chimen Aike y Aeropuerto de Río Gallegos.

El DNU nacional considera como ciudades, departamentos o partidos de alto riesgo epidemiológico y sanitario a cualquier localidad que tenga una incidencia de más de 150 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Y establece la aclaración adicional de que siempre que la razón haya quedado comprendida entre 0,80 y 1,20, si la incidencia es mayor de 250 casos, la localidad también deberá considerarse como de alto riesgo.

Como se advierte de la comparación, resulta que existe una diferencia abismal entre la aplicación de los parámetros nacionales con los informados por la provincia, sin que se conozca a ciencia cierta cómo se construye este indicador provincial. Ahora bien, si un conductor tiene por delante un semáforo en verde, sin saber que dicho semáforo no funciona, lo más seguro es que provoque una colisión con la posibilidad de que el resultado sea fatal.

En este caso la cosa es más grave, porque el gobierno está haciendo pasar a toda la población como si fuera verde o amarillo, en un semáforo que marca rojo para la gran mayoría de las localidades de Santa Cruz. La consecuencia que se desprende es que el choque puede ocasionar un desastre sanitario como resultado de no adoptar a tiempo medidas de prevención que corresponden a la realidad de la pandemia, en medio de la segunda ola viral que estamos padeciendo. Es urgente que el Ministerio de Salud y Ambiente, en el marco de la Ley de Acceso a la Información Pública, informe a la población el modo en que construye índices tan alejados de parámetros nacionales aplicados a los mismos fines, por la razón evidente que el pueblo debe conocer los fundamentos de medidas que afectan tan sensiblemente al conjunto.

Durante la semana pasada, y en aplicación del decreto nacional, Santa Cruz cambió las reglas y en ese momento aparecieron conspicuos dirigentes de Juntos por el Cambio para quejarse de las restricciones. Cómo a partir del 31 de mayo volvemos a las andadas con este misterioso índice provincial, estos supuestos “opositores” ahora aplauden.

No van a ser ni la derecha política ni los intendentes del Frente de Todos quienes cuestionen el semáforo “trucho” del ministro de Salud Claudio García y Alicia Kirchner. Todos comparten la adaptación a las presiones del gran capital, en primer lugar de las corporaciones petroleras y mineras para mantener la actividad a cualquier costo y sostener su tasa de ganancia, aunque en eso vaya la salud y la vida de muchos santacruceños.

Desde el Partido Obrero ponemos por delante la protección de la vida y reclamamos las medidas económicas necesarias para que los trabajadores empleados, los desocupados y los autónomos reciban compensaciones por las restricciones que puedan ser necesarias según sea el cuadro real de la evolución de la pandemia. Concretamente se aplique un subsidio universal de $40.000, se aumente el presupuesto de salud, solucionando los reclamos de los trabajadores del sector, comenzando por un aumento salarial que cubra los costos de la canasta familiar.

(*) Nota en base a los informes elaborados sobre estadísticas oficiales del MSyA de Santa Cruz por el periodista Ángel Serra de El Calafate).