Salud

5/5/2020

Seis muertos por Covid-19 en las villas de CABA

Los testimonios que demuestran que el responsable es el Estado.

Foto: Fede Imas, Ojo Obrero Fotografía

En los últimos días la crisis sanitaria de los barrios populares de la Ciudad se ha profundizado. Al momento de escribir esta nota se contabilizan 6 muertos y 249 infectados por Covid-19 en villas y

asentamientos de CABA. Uno de los barrios más afectados es la villa 31 con 151casos.


La cantidad total de contagios en la ciudad de Buenos Aires llega a 1.766, de los cuales, el 14% se encuentra en villas. En el día de ayer se registraron 26 nuevos casos en barrios vulnerables, cuando hace 2 semanas, antes de que se empezara a propagar en las barriadas, el promedio de nuevos contagios por día en la ciudad era de 16. Hace solo 3 días, si veíamos las tasas de contagio en los diferentes barrios porteños, veíamos que Retiro y Flores, donde se ubican la villa 31 y la 1-11-14, eran los que tenían los números más altos, con 12 y 9 contagios cada 10 mil habitantes, respectivamente (Clarín, 02/05). En ese momento el número de casos en la Villa 31 era 57, menos de la mitad.


Cuando la primera muerte por coronavirus en el Barrio 31 causó revuelo mediático (una mujer de 84 años cuyo baño compartían 13 personas), desde el gobierno de la Ciudad salieron a decir que se iban a encargar de tomar medidas de prevención y realizar los testeos necesarios. La situación, según cuentan vecinos del barrio, no es tal. “A una vecina nuestra que le dio positivo los médicos le pidieron un autocontrol, como único seguimiento”, comenta una compañera que asiste al merendero del Polo Obrero en el barrio. “Otra compañera pidió que vayan a testearla porque su yerno está internado con coronavirus y compartían tereré. El gobierno solo le pidió los datos y no fue ningún médico porque no viven la misma casa. Ellos quieren que se haga el testeo en la casa. La hija tiene 2 chicos, están encerrados y su marido está internado”.


Denuncian que se demora mucho tiempo en seguir los casos y que la información llega tarde. Cuando se llama para hacer el pedido porque algún familiar o vecino cercano dio positivo, se les hacen preguntas que nada tienen que ver con la posibilidad de estar contagiado: si trabaja, de que trabaja, si es monotributista, cuánto gana. En los casos donde se confirma el contagio, les piden a los propios vecinos que se hagan un autoseguimiento y que se vayan tomando la temperatura, cuando a veces no tienen termómetro.


Otra vecina denuncia que sigue habiendo manzanas sin agua: “la semana pasada no tenía agua y ahora llega con poca presión. En otras partes del barrio sigue sin haber”. La falta de servicios como el agua corriente es una condición básica para mantener la higiene y evitar la propagación del virus. Es una situación que precede la pandemia, y, cuando hace dos semanas se hizo pública, se esperaba que se tomasen medidas para solucionarla. Desde la bancada del PO-FIT hemos presentado un proyecto de ley para que se abastezca  de agua potable las 24 horas con camiones cisterna, hasta tanto estén finalizadas las obras de conexión con la red. 




Las condiciones habitacionales y de hacinamiento, la falta de un ingreso y la baja respuesta por parte del gobierno de la Ciudad, que no realiza los testeos y no hace un seguimiento de los casos positivos, producen que el virus se expanda rápidamente. Mientras los vecinos exigen una solución sobre la falta de agua y la necesidad de que lleguen alimento a los comedores populares, el gobierno busca

aprobar un proyecto de ley el próximo jueves que, entre otras cosas, reduce el presupuesto del IVC (instituto de la vivienda), encargado de realizar las obras y el que actualmente lleva adelante el reparto de mercadería en los barrios.


Desde el Polo Obrero y el Partido Obrero llamamos a movilizar este jueves a la Legislatura, con las medidas de seguridad pertinentes, para evitar que pase esta ley de ajuste sobre los barrios populares.

Exigimos la urbanización real de las villas, un seguro al desocupado de $30.000, el aumento de las raciones en los comedores populares y la extensión y aumento del subsidio habitacional para las familias trabajadoras. Vamos por la conformación de comités de trabajadores y vecinos en los barrios para hace cumplir estos reclamos y que los trabajadores no paguemos a crisis.