Salud

24/8/2020

Unquillo: una mujer y su bebé contagiados de Covid durante el parto

Las razones de un contagio evitable.

Una práctica que debería ser segura para una mujer sana y su hijo sano, deviene en el contagio de ambos por coronavirus, transmitido por los mismos profesionales que la asistieron y que a la fecha suman once los agentes de salud contagiados en el mencionado nosocomio.

Los contagios de madre e hijo se explican por todo un marco de desprotección de los profesionales de la salud, sometidos al pluriempleo como consecuencia de la precarización laboral y de los bajos salarios, sumado al mal manejo del aislamiento por sectores laborales para evitar la transmisión cruzada que se da, también, por el trabajo en otras instituciones. Nos vemos en un cuadro de peligrosa exposición a contagios que afectan a todo el sector de salud y a los pacientes que deben recibir asistencia.

A esta realidad hay que agregar el insuficiente material de protección personal que se brinda desde la provincia, con máscaras de mala calidad, barbijos que están lejos de ser los adecuados, batas de friselina que de nada protegen, reticencia a los testeos masivos del personal para la detección temprana de contagios.

Hay además, una realidad edilicia que impide el completo aislamiento por sectores ante lo cual nada se ha hecho, pudiendo haber montado módulos asistenciales separados para independizar los diferentes sectores de atención. En cambio, simplemente se han dispuesto algunas áreas dentro de los hospitales para la asistencia del paciente febril, pero compartiendo unidades comunes con el resto, como RX, Laboratorio, quirófano y a veces internación, aunque sea temporalmente hasta lograr derivaciones a centros Covid.

Las salas donde permanecen o descansan los médicos suelen ser compartidas y hacinadas, lo que facilita el contagio. El mismo personal de enfermería, en hospitales del interior atiende tanto los sectores de internación de adultos como los post quirúrgicos y las embarazadas o puérperas con sus bebés.

En este contexto de desprotección, una mujer que fue a parir a su hijo en perfecto estado de salud y a quien deberían garantizarle su derecho a un parto seguro y respetado, es infectada por los mismos profesionales que la asistieron, quienes probablemente desconocían su calidad de infectados, quienes a su vez fueron contagiados por desempeñarse en este sistema de salud negligente y desprotegido que el gobierno se empeña en negar y minimizar. Incluso, las autoridades se han atrevido a deslindar su responsabilidad acusando a los trabajadores y culpabilizándolos por los contagios.

Una mujer embarazada debe tener garantía de atención segura, no debería haber la mínima chance de ser víctima de un contagio intrahospitalario. Los profesionales abocados a la asistencia de personas sanas deberían contar con las garantías de protección para asistir con las mayores seguridades.

Se debe contar con testeos del personal antes de ingresar al lugar de trabajo, con EPP adecuados y suficientes, con capacitación permanente para todo el personal, con sectores adecuadamente aislados de las áreas Covid.

Se debe garantizar un sueldo digno que evite el pluriempleo y el personal suficiente para conformar cohorte en todas las salas y servicios a los fines de lograr el aislamiento adecuado en caso de algún eventual contagio. Más que nunca es necesario centralizar el sistema de salud, evitar el pluriempleo, para garantizar la asistencia integral de las personas en un marco de seguridad adecuado.

En el área de maternidad, generar maternidades fuera de los hospitales, donde solo se asistan mujeres embarazadas y no otro tipo de patologías para garantizar la salud integral de las mujeres y sus niñes, despegando definitivamente la asistencia de la gestación, parto y post parto de las enfermedades que circulan en hospitales.