Sindicales

14/9/2020

17 de septiembre, Jornada Nacional del Sindicalismo Combativo a Plaza de Mayo

Movilización unitaria de ocupados y desocupados.

Por el salario, la salud, la defensa de los convenios, la ocupación, las jubilaciones, tierra y viviendas populares, el seguro al desocupado y contra la represión policial.

El próximo jueves 17, los sindicatos clasistas ocuparán el centro del poder político del país en defensa de la clase obrera y contra la descarga de la crisis capitalista sobre los hombros de los trabajadores por parte del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. El pacto social de hecho que practican todas las alas de la burocracia sindical y piquetera será denunciado en Plaza de Mayo.

El saldo de los nueve meses de gobierno arroja para la clase obrera 400.000 puestos de trabajo registrados perdidos (con la proyección de un millón de despidos a fin de año), 750.000 suspensiones, congelamiento y rebajas salariales, paritarias por debajo de la inflación. Un incremento exponencial de la precarización laboral y fuertes golpes sucesivos a la movilidad previsional y a varias cajas jubilatorias provinciales.

El gobierno es responsable también del avance de la pandemia sobre los trabajadores, sacrificados en resguardo de la productividad y rentabilidad capitalista. Mientras, utiliza a la pandemia como excusa para hacer pasar un ajuste histórico y un reforzamiento del aparato represivo. Permite que las patronales se amparen en ella para avanzar a fondo contra las conquistas de la clase obrera y las exime de cumplir cualquier protocolo.

En estas condiciones, la Argentina se ha colocado quinta en el ranking de países con más internados en terapia intensiva, con pacientes en estado crítico, cuando el sistema sanitario está al borde del colapso con picos de 11.000 contagios diarios. La cuestión de los testeos masivos, siguiendo la ruta del virus -cosa que no se ha hecho-, aparece como otra faceta del ajuste y las consecuencias de la privatización de la salud. Hasta las prepagas más lujosas eluden hacerlos para evitar sus costos.

Un aspecto clave, ampliamente denunciado por el Plenario del Sindicalismo Combativo, es la ofensiva sobre los convenios laborales, las condiciones de trabajo, la eliminación de hecho de las paritarias –se realizaron muy pocas y todas a la baja- y el ataque a la jubilación, como lo demuestra la actualización a la baja de los magros haberes y el avance contra los regímenes especiales. Todos los recursos del Estado están al servicio del pago de la deuda externa con los usureros internacionales y el rescate a las patronales, mientras se desfinancia serialmente a la Anses. Y lo que viene es la negociación con el FMI, donde el régimen de los “nacionales y populares”, con el apoyo de la oposición patronal, seguirá entregando el país a pactos coloniales. Esos son los lauros del elogiado ministro Guzmán.

Por mucho que la derecha agite banderazos, estos lineamientos centrales son compartidos, porque la agenda de los Techint, los Bulgheroni o los Cristóbal López, es la agenda continental de los capitalistas en el marco de la crisis: reforma laboral, previsional e impositiva, todas contra las masas. Todas en consonancia con la agenda del FMI.

En el escenario de depresión económica que vive la Argentina, el gobierno de los Fernández y la burocracia sindical de la CGT y las CTAs, todas integradas al gobierno peronista, explotan las dificultades de los trabajadores para ahogar sus luchas. Y para reprimirlas. Es lo que ha ocurrido ante la gran huelga de Algodonera Vicentin y ante la lucha salarial de los portuarios, donde tenemos seis presos obreros a instancias del régimen.

Sin embargo, este pacto social de la “nueva normalidad”, que busca instalar el gobierno y las patronales y que canaliza todos los reclamos de los capitalistas y de la “derecha”, está siendo perforado por una ola de ocupaciones de tierra, que expresa por fuera del cerrojo de las burocracias la magnitud de la crisis social. En función de esta ofensiva, es el mismo gobierno el que despliega la represión contra la juventud, los trabajadores y las familias obreras que ocupan tierras.

Por una salida de la clase obrera: fuera el Pacto CGT-UIA-Gobierno

El sindicalismo combativo convoca a movilizarse detrás de un programa obrero frente a la crisis, que parte de la defensa social de la clase obrera: prohibición de despidos, ocupación de toda fábrica que cierre y estatización bajo control obrero; reparto de horas de trabajo; asistencia estatal a las gestiones obreras y recuperadas; expropiación sin pago de Vicentín, para recuperar el desfalco al Estado y preservar los puestos de trabajo; prohibición de importación de todo lo que se pueda producir en la Argentina; paritarias y salarios ajustados por inflación; 82% móvil de haber jubilatorio; seguro universal al desocupado de 40 mil pesos, ajustado por inflación; sistema único de salud, nacionalizando el sector privado, tanto la rama de servicios como los laboratorios. Protocolos obreros en defensa de la salud de todos los trabajadores, elaborados y supervisados por los cuerpos de delegados con mandato o por comités de seguridad e higiene electos en cada lugar de trabajo. Tierra y vivienda para los sin techo.

Todas las luchas en curso, abandonadas por la burocracia sindical, son por alguno o varios de estos problemas que afectan al pueblo trabajador. Cuando la contención burocrática hace agua, el gobierno peronista despliega la represión. Frente a ello, reclamamos el desmantelamiento del aparato de represivo, el retiro del ejército de los barrios y juicio y castigo a los responsables de la desaparición seguida de muerte de Facundo Castro. Fuera Berni.

En la claridad de que esto requiere de acabar con la enajenación de la riqueza nacional en manos de los usureros, el PSC completa su programa llamando a derribar el acuerdo de entrega de los recursos nacionales con los bonistas. No al pago de la deuda externa. Ruptura con el FMI. Impuesto progresivo a las grandes rentas y fortunas, para recaudar 15 mil millones de dólares para asistir a la emergencia sanitaria y económica, en sintonía con el proyecto presentado por el FIT en el parlamento.

La movilización, que incluye una caravana que parte de Once a las 15 horas, se une en el Obelisco con otros trabajadores y marchará a la Plaza de Mayo para realizar un acto. Se realizará con un número de manifestantes que permita mantener el distanciamiento en un momento agudo de la crisis sanitaria, preservando la salud de los trabajadores. Cabe aclarar, ante una convocatoria divisionista posterior de algunas agrupaciones que integran el plenario (Ancla-MST, MAC-PTS, recién incorporado) que la actividad culmina en la Plaza de Mayo.

La jornada viene precedida de mandatos muy importantes de asambleas y por la lucha de los compañeros del Sutna (sindicato del neumático), que dos días antes realiza una movilización al Ministerio de Trabajo por su paritaria, mientras lleva una lucha ejemplar en las plantas por el cumplimiento de los protocolos obreros elaborados por la organización y defendido por sus cuerpos de delegados.

Por su parte, el Polo Obrero y el Frente de Lucha Piquetero han movilizado masivamente hace pocos días en defensa de los salarios no liquidados del programa “Potenciar Trabajo”, mientras apoyan con todo las tomas de tierras que organizan los trabajadores mismos para resolver su crisis de vivienda.

La jornada del PSC es de alcance nacional. Parte de un plan de lucha que fue precedido por un numeroso plenario regional patagónico el sábado 12 de septiembre pasado. Al igual que en CABA, habrá actos y marchas en todas las provincias, y en varias localidades de Buenos Aires, como La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, etc.

La jornada nacional fue votada por el Sutna, la Unión Ferroviaria Seccional Oeste, el Sindicato Ceramista de Neuquén, los Suteba Multicolores de La Matanza y Ensenada, Ademys (docentes de CABA), las seccionales y minorías de Aten-Neuquén (docentes), las CTAs de Mendoza y de Santa Cruz, la Junta Interna de Ate-Inti, el Frente de Lucha Piquetero, AGD-UBA, entre muchos otros sindicatos.

Fue votada en el Plenario Multicolor Docente de 500 dirigentes y delegados de todo el país. Fue votada en la Audiencia Pública del 4 de septiembre por más de veinte organizaciones combativas de jubilados de todo el país y por más de 300 jubilados activistas y estarán presentes las luchas en curso, entre ellas las de los aeronáuticos de Latam, los trabajadores del Puerto de Buenos Aires, (con seis portuarios encarcelados por luchar en defensa de su salario) y los ocupantes de tierras, que pelean por el derecho a la vivienda.

La movida del 17 de septiembre es parte de un plan de lucha votado en el plenario nacional del PSC el 12 de agosto pasado, para enfrentar la ofensiva y el Pacto Social del gobierno de Alberto Fernández y el régimen del FMI, que continuará con plenarios regionales, acciones y solidaridad activa con todas las luchas del movimiento obrero. Vamos con todo el 17 a esta nueva muestra de acción directa y de lucha política por la independencia política del movimiento obrero por parte del PSC.