Sindicales

16/8/2001|717

20.000 cordobeses ganan las calles

Un día después de que 30.000 piqueteros irrumpieran en Plaza de Mayo, las calles cordobesas eran desbordadas por más de 20.000 estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores de Epec y el Anses. Esto no es más que una fiel radiografía de la imposibilidad de este gobierno de responder ante su propia crisis, y la respuesta de amplios sectores que no quieren ser parte de las “consecuencias políticas” de la decadencia de este régimen.


La gran resistencia al ajuste se forjó en estas últimas semanas con el paro de no docentes impuesto por asambleas multitudinarias y el paro docente con detención total de las actividades en la mayoría de los establecimientos de la UNC y la amplia participación de estudiantes y facultades en los cortes de ruta. Mientras la extraordinaria movilización revelaba las fuertes tendencias a la lucha, el “ala izquierda” del Consejo Superior –FEU (Ptp-Patria Libre), Bisagra (independientes de izquierda), Adiuc (cuyo secretario general es del Mst)–, junto a la podrida burocracia de los no docentes, levantaban la huelga universitaria, comenzando la actividad académica, incluida la toma de exámenes. La acotada propuesta del rector González de “absorber” un 10% del ajuste de los salarios mediante la reasignación de recursos universitarios y tickets canasta no elimina el recorte, sólo alcanza para este mes. La impotencia de las salidas “progres” de estos sectores es la antesala de la ya avanzada privatización que están sufriendo varios establecimientos universitarios, como la facultad de Medicina, la cual tiene cupo de ingreso, su hospital-escuela al borde del cierre y un proyecto en puerta de arancel mensual de 70 pesos.


Este gobierno y sus representantes universitarios están cavando su tumba, y los piqueteros están dispuestos a enterrarlo. No hay posibilidades de medias tintas, la educación pública junto al país se cae a pedazos, es hora de que los estudiantes y trabajadores universitarios tomemos en nuestras manos el futuro de la educación. Estamos en las puertas de un gran cambio, de nosotros depende.


Un día después de que 30.000 piqueteros irrumpieran en Plaza de Mayo, las calles cordobesas eran desbordadas por más de 20.000 estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores de Epec y el Anses. Esto no es más que una fiel radiografía de la imposibilidad de este gobierno de responder ante su propia crisis, y la respuesta de amplios sectores que no quieren ser parte de las “consecuencias políticas” de la decadencia de este régimen.


La gran resistencia al ajuste se forjó en estas últimas semanas con el paro de no docentes impuesto por asambleas multitudinarias y el paro docente con detención total de las actividades en la mayoría de los establecimientos de la UNC y la amplia participación de estudiantes y facultades en los cortes de ruta. Mientras la extraordinaria movilización revelaba las fuertes tendencias a la lucha, el “ala izquierda” del Consejo Superior –FEU (Ptp-Patria Libre), Bisagra (independientes de izquierda), Adiuc (cuyo secretario general es del Mst)–, junto a la podrida burocracia de los no docentes, levantaban la huelga universitaria, comenzando la actividad académica, incluida la toma de exámenes. La acotada propuesta del rector González de “absorber” un 10% del ajuste de los salarios mediante la reasignación de recursos universitarios y tickets canasta no elimina el recorte, sólo alcanza para este mes. La impotencia de las salidas “progres” de estos sectores es la antesala de la ya avanzada privatización que están sufriendo varios establecimientos universitarios, como la facultad de Medicina, la cual tiene cupo de ingreso, su hospital-escuela al borde del cierre y un proyecto en puerta de arancel mensual de 70 pesos.


Este gobierno y sus representantes universitarios están cavando su tumba, y los piqueteros están dispuestos a enterrarlo. No hay posibilidades de medias tintas, la educación pública junto al país se cae a pedazos, es hora de que los estudiantes y trabajadores universitarios tomemos en nuestras manos el futuro de la educación. Estamos en las puertas de un gran cambio, de nosotros depende.