El martes 23 de junio se cumplieron 40 años de la Agmer (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos). En ese marco, la Comisión Directiva Central organizó un acto virtual para conmemorar lo que ellos llaman “40 años de lucha”. En el mismo participaron dirigentes actuales e históricos, militantes y representantes de todas las agrupaciones que componen la vida interna del sindicato. Por ello estuvimos presentes como minoría de la seccional Uruguay.

El acto virtual comenzó con un video alusivo a la historia de la asociación. Allí llevaron a cabo una reivindicación de la Carpa Blanca, planteando que sirvió para “unificar la lucha nacional”, y del FNID (fondo nacional de incentivo docente), presentándolo como “principal conquista y piedra angular para luchar por la recuperación del protagonismo educativo del Estado nacional”.

La Carpa Blanca que fue instalada el 2/4/97 sostenía la lucha nacional sobre las siguientes consignas: por un financiamiento educativo y por la derogación de la Ley Federal de Educación. Estas consignas fueron progresivamente abandonadas y reemplazadas por la de Ley de Incentivo Docente, permitiendo así el avance de la Reforma Educativa y el deterioro de la escuela pública. Así, la Carpa no alcanzó a nacionalizar ni a unificar los conflictos provinciales que se dieron en este período. Esta fue instalada para evitar la convocatoria a la huelga general por salarios, en momentos en que varias provincias lo estaban haciendo, la cual levantaron como señal de apoyo al gobierno de la Alianza. Incluso el monto del incentivo fue sobradamente pagado por los propios docentes a través de un nuevo impuestazo y al perder infinidad de conquistas contempladas en el régimen laboral docente, empezando por la pérdida de la estabilidad.

Es más, la burocracia sindical dice haber luchado por la derogación de la Ley Federal de Educación, cuando ellos formaron parte por su alineamiento político al Frepaso, a través de Mary Sánchez (dirigente de la CTERA). Allí se impuso el sostenimiento de la educación privada como obligación de Estado, que primarizó la secundaria y que estableció la enseñanza religiosa en las escuelas.

Otro momento de definiciones importante fue la reivindicación de la lucha contra el FMI que llevó adelante  la CTERA y la CTA , donde se juntaron más de 3 millones de firma en el año 2002 para rechazar la política económica fondomonetaristas. Aunque no mencionaron que algunos años más tardes, durante el actual gobierno, avalaron en Diputados el pago al FMI y toda la política fondomonetarista del gobierno de los Fernández-Fernández del cual forman parte, con Hugo Yasky a la cabeza. Lo que sí no podemos negar es la continuidad en su política a través de los años de ligazón a los diferentes gobiernos.

En cuanto a la etapa kirchnerista el exsecretario general Sergio Elizar (gestión 2006-2009) y actual concejal de la ciudad de Paraná por el Frente de Todos dijo que “la CTERA escribió la Ley de Educación Nacional”. Una ley que procuró adaptar el sistema de educación al contexto y las necesidades capitalistas, reservando al Estado un rol auxiliar. Lejos de poner fin al llamado “neoliberalismo”, apuntó a salvar las principales imposiciones del menemismo, y, agreguemos, de la dictadura militar, que inició el traspaso de las escuelas y colegios a las provincias.

Diferentes voces de un mismo discurso

Durante el desarrollo de este acto pudimos escuchar diversas voces y todas coincidentes en el reforzamiento de la unidad interna. Unidad que hemos visto en los últimos años reflejada en su alineación a la política de los gobiernos del PJ. Por lo tanto, dejan pasar ataques a los trabajadores como los montos fueras del básico que no llegan a la línea de pobreza y el ajuste brutal del gobierno de Bordet.

Finalmente, para cerrar, el secretario general Paganni reivindicó la unidad de las agrupaciones de Agmer reflejadas en la “unidad en la acción”, en la presentación de listas únicas para las elecciones de directorio de la caja como del IOSPER, y, -no menor- haber logrado reformar el estatuto de la Agmer. Reforma que busca mantener el sindicato en mano de estas conducciones burocráticas dando un marco de legalidad a prácticas como afiliaciones de estudiantes que aún no están trabajando, elevar el piso para el acceso a las representaciones minoritarias, entre otros.

Lo más destacable de todo esto es que una conducción que se reúne para celebrar “40 años de lucha” no dijo una sola palabra sobre la política de ajuste que llevan adelante el gobierno de Fernández, Bordet y todos los gobernadores ni convocó a organizar la lucha. Es que este acto fue más bien un acto para la militancia de Integración y Rojo y Negro y un claro llamado a la unidad de cara a las próximas elecciones.

Como conclusión, se pone de manifiesto una vez más la necesidad de la organización de las y los docentes, con independencia de los gobiernos de turno, para recuperar el sindicato y ponerlo al servicio de los intereses de las y los trabajadores. Ese camino es el que recorremos desde la Agrupación Carlos Fuentealba en Tribuna Docente y al que los/as invitamos a sumarse.