Así como buena parte de la base legal de la democracia descansa en los decretos de la dictadura militar, la economía “nacional y popular” se sostiene en la legislación neoliberal noventista. Esto se ve en la correlación entre los canillitas y los diarios. El 5 de octubre de 1945, con Perón en la Secretaría de Trabajo, se emitió el decreto 24095, que señaló que se trataba de una relación laboral porque el salario del canillita es determinado por la empresa periodística. Ese decreto (luego ratificado por la ley 12.921/46, de Estatuto del personal administrativo periodístico) establecía que existía un contrato de trabajo y una clara interdependencia laboral, determinaba horarios de trabajo, lugar de trabajo (la parada), radio de reparto, la devolución de los ejemplares no vendidos y la fijación de los días no laborables, como el 7 de noviembre, Día del Canillita.

Esta legislación fue barrida por el decreto 2284 de 1991, que desreguló el comercio interno de bienes y servicios. Se trata de un decreto ómnibus que derogó todo tipo de regulaciones de las relaciones económicas de ese entonces y fue clave para el saqueo del país que vino luego. Dos años después, el decreto -junto con otra decena de decretos similares- fue incluido en la ley de presupuesto de 1994 (la ley 24.307/93) de forma tal de darle más fuerza legal.

Con el decreto en la mano, las patronales de los grandes diarios pugnaron por lograr “desregular” la venta de diarios y revistas, pero avanzaron poco en su cometido. Tampoco lograron progresos después de que se sancionó el decreto 1025 -con De la Rúa en el poder- que creaba una comisión de seguimiento de la implementación de las nuevas modalidades de venta de diarios y revistas.

Ahora, un proyecto de ley acaba de ser aprobado por la comisión de Legislación del Trabajo, que preside el abogado moyanista Héctor Recalde. Propone volver a la relación laboral que se planteó en 1945, pero sin tocar una coma del decreto 2284. La patronal de los diarios no quiere saber nada y ya avisó que es algo “ilegal e inviable”.

En la distribución de los diarios ha entrado recientemente un nuevo jugador: el propio Moyano, que pretende que los trabajadores de las “cooperativas” de recorridos pasen a Camioneros. Los diarios prefieren a los patrones de estas “cooperativas”, con los que han mantenido relaciones históricas casi mafiosas, y en las que los trabajadores deben costear su seguridad social.

El próximo 7 de noviembre es feriado para los canillitas. Al igual que los últimos años, las patronales sacarán los diarios y quizás intenten una demostración de fuerza vendiéndolos masivamente por canales alternativos.