Sindicales

13/6/2013|1272

7J: una gesta histórica de los trabajadores de prensa

La Naranja de Prensa

El día del Periodista estuvo lejos de la rutina. En primer lugar, por el paro general de 24 horas que se desarrolló en todas las redacciones de prensa escrita -diarios, revistas, agencias nacionales e internacionales y portales.com-, el primero luego de 27 años. En segundo lugar, por el impresionante acto y movilización de más de 1.500 compañeros, que comenzó frente a las puertas de AEDBA en el Obelisco, pero que luego continuó hasta el edificio de La Nación, en donde ocupamos el hall de entrada y reclamamos a la patronal de los Mitre y Saguier por su influyente participación en la negociación paritaria. Desde ahí, los trabajadores seguimos nuestra marcha hasta Atlántida, primero; La Prensa, después, y finalizamos en la entrada de Ambito Financiero (cuyo dueño es el principal referente de Afera, la cámara kirchnerista).


¿Cómo llegamos hasta acá?


Los compañeros que participamos del paro y movilización, que tuvo lugar este viernes, sabemos que sorprendió a propios y extraños, y que se ganó su lugar en la historia del gremio. Llegamos a este punto como consecuencia de una intransigencia patronal que persiste en establecer una dictadura en los lugares de trabajo, a través de salarios de miseria, la precarización laboral y la persecución sindical. Las empresas del sector hicieron lo que quisieron durante décadas y todavía no acusaron recibo del cambio de etapa. Hoy quedó en claro que los trabajadores de prensa se pusieron de pie y que no piensan tolerar más esta situación -ni con las patronales opositoras ni con las patronales K.


Los 1.500 trabajadores que participamos de esta inmensa jornada de lucha fuimos a la movilización para enviar un mensaje claro y contundente a los empresarios: Basta. Las movilizaciones contra el cierre de Crítica, contra los despidos en Perfil o por la libertad sindical en Clarín fueron el preludio que desembocó en esta enorme movilización, que el gremio viene incubando por abajo desde hace varios años.


La recuperación de la paritaria única de los trabajadores de prensa escrita, luego de 37 años, en un contexto de fuertes disputas entre las patronales oficialistas y opositoras, tuvo como punto de partida insoslayable un posicionamiento independiente de los trabajadores frente a esa confrontación. A partir de allí, nos orientamos hacia la unificación de un pliego de reivindicaciones propias. Esa tendencia a la autonomía frente a las patronales se puso de manifiesto, también, en los posicionamientos adoptados por las comisiones internas y asambleas de La Nación, Clarín, Télam y Canal 7, desmarcándose de sus respectivas patronales frente a hechos diferentes ocurridos en el último mes y medio.


Esta comprensión acerca de dónde debemos ubicarnos los trabajadores le ha dado al gremio de prensa y a esta marcha del 7J una potencia inédita y es la que va a acorralar a las patronales para llevarnos a muchos triunfos.


El éxito de la medida -cuando las patronales se jugaron a fondo por el fracaso, para que volviéramos a las negociaciones con el rabo entre las patas- no puede ser explicado sino a partir del profundo proceso de organización que recorre al conjunto del gremio de prensa. Los paritarios electos en asamblea y la preparación de la acción en cada lugar de trabajo garantizó su éxito rotundo. Aún allí donde el paro general no pudo llevarse adelante, los trabajadores dieron muestras de su apoyo masivo a esta lucha -como lo expresó el gran corte de calle, por parte de más de 500 trabajadores de Clarín, el día anterior o los retiros de firmas y asambleas en otros diarios.


¿Cómo seguimos?


El lunes está prevista una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo entre los paritarios y las cámaras patronales. La reunión transcurrirá en un nuevo cuadro de fuerzas: durante la audiencia anterior, las patronales mantuvieron una provocación constante -cómo la irrisoria oferta de 150 pesos para los colaboradores- y de desafío a la organización de los trabajadores. Los empresarios consideraban que el cuerpo de delegados paritarios era incapaz de garantizar un paro de 24 horas. Ahora, no puede descartarse que se acrecienten las maniobras, junto al Ministerio de Trabajo, para suspender las medidas de fuerza o directamente dictar la conciliación obligatoria.


Sin embargo, la cuestión permanece siendo la misma que cuando tuvimos la primera audiencia el 26 de abril: la unificación de las escalas salariales, un 35% de aumento, 7 mil pesos de básico, 1.000 pesos por colaboración, 1.500 pesos de guardería, 2% de antigüedad, pase a planta de los colaboradores, que las patronales se hagan cargo del impuesto al salario, el reconocimiento del Día del Periodista, la plena libertad sindical y la vigencia del convenio 301/75. Un programa para terminar con la miseria salarial y la precarización laboral, que fue la base del enorme paro y movilización de este Día del Periodista.


Sin respuestas a estos reclamos, los trabajadores de prensa profundizaremos nuestro plan de lucha, porque ahora más que nunca somos concientes del carácter histórico de la pelea que estamos dando.


¡Vamos por el triunfo de todos nuestros reclamos!